Torreón, Coah.- Construyeron sus casas sobre lagunas de aguas negras. Ahora los niños caminan con los pies descalzos entre escombro y pedazos de vidrio. Nadie sabe por cuanto tiempo más las familias de la colonia Víctor Manuel Vega, deberán andar sobre calles de tierra y usar baños construidos con cartón y madera.
Hace diez años llegaron a los terrenos sobrantes de la colonia Santiago Ramírez. Al principio eran 42 familias, ahora hay 97 jacales construidos de cartón y madera. Pero las carencias siguen siendo las mismas de siempre: drenaje, pavimento, luz y agua potable.
Ernesto Rodríguez dice ser uno de los vecinos que está al frente del Comité de la Colonia Víctor Manuel Vega. Asegura que será hasta cuando todas las familias tengan su carta de posesión de terrenos que las autoridades comenzarán a introducir los servicios públicos básicos.
Mientras Ernesto explica las condiciones en las que llegaron a la colonia, un grupo de niños se divierte a la orilla de un montón de escombro que colinda con la laguna de aguas negras. Ha sido su vecina incómoda, afortunadamente lograron librarse de una de ellas.
El crecimiento de la colonia, dice, fue rápido gracias a los sobrantes de obra. Los vecinos se dieron a la tarea de rellenar las lagunas con desecho de construcción y tierra. Nunca permitieron que alguno de los camiones materialistas depositaran basura o residuos tóxicos.
Según el representante de la colonia, ninguna de las familias llegó a los terrenos que colindan con la barda de Ferrocarriles Mexicanos por gusto. Asegura que nadie tiene dinero suficiente para comprar propiedades en otro lugar donde por lo menos no tuvieran que soportar los malos olores emanados de las lagunas.
Los vecinos, dice Ernesto Rodríguez, tienen confianza en que pronto conseguirán la carta de posesión que tanto les piden las autoridades para iniciar con la introducción de servicios, pues el propietario de los terrenos invadidos –Jorge González Morado- ha mostrado gran sensibilidad social al aceptar venderles un pedazo de tierra a cada familia a cambio de un poco de dinero.
Nada ha sido tan difícil, asegura, para los padres de familia de esta colonia como ver a sus hijos con la piel llena de ronchas y granos, pues la tierra sin asfalto, además de los montones de escombro provoca enfermedades en los pequeños.
Unos cuatrocientos pesos es el ingreso semanal de cada familia y esa cantidad incluso puede ser menor. “A mí el Seguro Social me pensionó porque ya no pude seguir trabajando, me dan mil 200 pesos al mes, tengo dos hijas cómo le hago con ese dinero, por eso tenemos que vivir aquí”.
Durante casi tres administraciones han solicitado lo mismo: agua, drenaje y pavimento, pero la respuesta tampoco a cambiado: primero deben contar con la carta de posesión, por eso los vecinos se están organizando, pues al parecer el documento cuesta más de 400 pesos.
Para contar con los servicios dependen de la colonia Santiago Ramírez, de ahí se roban la luz, el agua ya no porque el Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas) instaló una toma de media pulgada, lo malo es que son 97 familias y la presión no alcanza para todos. Y ante la falta de drenaje deben conformarse con letrinas en lugar de sanitarios. Pensar en el pavimento, dice Ernesto, sería demasiado.
A cada familia le cuesta entre 500 y 800 pesos reconstruir sus casas cada vez que la lluvia y el viento se ensaña con la madera y el cartón del que están hechas. Hasta ahora nadie ha tenido los recursos para cambiar el material de desecho por concreto, ladrillo o block.
El nombre de la colonia todavía no está definido, nadie sabe en honor de quién se llama Víctor Manuel Vega: “tal vez lo cambiemos cuando seamos legítimos dueños, ahora le pusimos así por el momento, algunos le dicen ampliación Santiago Ramírez”.
FALTA DE TODO
En la colonia Víctor Manuel Vega faltan los siguientes servicios públicos
· Drenaje
· Pavimento
· Agua potable
· Luz
FUENTE: Investigación El Siglo de Torreón