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Elecciones 2003| Confrontación de fondo

El Siglo de Torreón

Torreón, Coah.- Son tres candidatos, tres visiones, tres misiones distintas en lo fundamental, pero con un solo objetivo: lograr el voto mayoritario para acceder a San Lázaro.

Para el candidato priista Ulises Adame hay cuestiones de una importancia fundamental: “este es un Distrito que tiene una base rural muy importante, básicamente un 80 por ciento del distrito 03 es de origen rural y el medio rural vive en estos momentos la situación más dramática en su historia. Posiblemente desde la Revolución Mexicana no vivíamos un capítulo tan dramático. No voy a culpar a un presidente, no voy a culpar a una administración cuando este proceso tiene ya muchos años, pero no hemos tenido la capacidad en generar los espacios para que la gente del área rural se pueda acomodar en otras partes del país”.

Y coloca sobre la mesa como su visión de fondo un argumento: “usted revise su credencial de elector y va a encontrar una decena de candados, desde papel de seguridad, de hologramas, de fotografía, barras magnéticas, códigos de barra y huella digital. Porque somos un país que no cree en sí mismo. La desconfianza nos cuesta mucho y nos va a llevar más allá. Por eso tiene que haber un cambio profundo en la forma de hacer la política en este país. Y esa reforma tiene que empezar desde que la gente se ponga de pie. Puedo tener mis discrepancias, pero me gustaría mucho llegar a los grandes acuerdos porque este país como va, no es cierto que en 18 años, no es cierto que en 50 vamos a tener las posibilidades económicas que tienen otros países, nosotros estamos dejando en el olvido al 25 por ciento de la población y arrastrando al 53 por ciento de la población hacia una pobreza que no nos va a dejar nada bueno. Tenemos que balancear la economía, tenemos que balancear los derechos. Por eso a mí me parece que la propuesta nuestra, además de pretender llegar al corazón de la familia, al corazón de nosotros mismos, busca encontrar en la armonía de la política de este país, un espacio para seguir avanzando”.

Y entonces el perredista Gabriel Castillo asume su parte en la dinámica de plantear fondo, más que forma: “al margen de las diferencias personales que pudieran tener los candidatos, la ciudadanía, los mexicanos no pierden la memoria y en este país en los últimos 20 años hemos vivido un modelo económico que han impulsado tanto PRI como PAN con un proyecto que realmente ha dañado a la población mexicana. A nosotros nos interesa llevar un proyecto que contribuya a revertir el daño que han hecho las políticas económicas y sociales que han impulsado estos partidos; nos interesa impulsar un proyecto en donde ya la gente que tuvo los beneficios en este país, como son los banqueros, como son los empresarios que consiguieron carreteras, como son los empresarios especuladores, pues que ya no tengan esos mismos beneficios”.

Y remata: “los perredistas queremos primero impedir que en México se repita la historia de que el presidente de la República tenga un control de la Cámara con mayoría automática que apoye, que avale todo lo que él mande. Eso es lo que se pretende hoy con ese mensaje del Ejecutivo de decir: vamos a quitarle el freno al cambio. En el fondo es una pretensión de hacer lo mismo que hacía el PRI en el pasado: de tener mayoría para hacer y deshacer con un presidencialismo autoritario”.

En este contexto, el panista José Nahoul coloca sobre la mesa lo que significa su carta fuerte: “lo más importante es buscar la conciliación para asegurar que las grandes reformas se lleven a cabo y que éstas hagan que los beneficios lleguen a la gente. Los mexicanos esperan que los diputados nos pongamos a trabajar, que no perdamos el tiempo en peleas estériles, en apasionamientos de defender las posturas partidistas y ahí se lleva todo el tiempo y al final se acaba ese tiempo y ¿luego?.. pues la gente se quedó sin las reformas que se necesitan.

Entonces llega el momento de asumir compromisos de cara a la sociedad y en congruencia al favor del voto que solicitan.

El perredista Gabriel Castillo acepta en principio que existe una imagen negativa de los diputados, “quienes así opinan, se basan en lo que ven, a través de los medios o lo que conoce directamente y por solución de fondo estamos proponiendo una reforma que permita que se trabaje todo el año. Que no se congele ninguna iniciativa de Ley y que se lleve a cabo un proceso de transparencia hacia la sociedad, en cuanto a cómo se desarrolla el proceso legislativo, en cuanto a qué tipo de iniciativas se están tratando y que la gente conozca de una manera muy clara, para que esta imagen del diputado de levantadedos se vaya modificando. El diputado debe estar ahí para legislar en función de beneficiar a la sociedad y no beneficiarse a sí mismo”.

Y va más allá: “el asunto de la profesionalización es necesario; nosotros señalamos, que cualquier ciudadano tiene derecho a aspirar a ser un representante popular, un legislador, pero en la marcha deben darse los mecanismos que permitan que la gente se prepare en distintos campos, efectivamente en técnica legislativa, tratamiento de los problemas, en abordaje de asuntos de carácter legal, que permitan que la gente tenga confianza y que nos vea hablar con propiedad, que nos vea abordar con atingencia los asuntos y efectivamente que no nos vayamos en la anécdota del diputado escandaloso y que rinda honor al estereotipo de poca eficiencia o simple levantadedos”.

El panista José Trinidad Nahoul dice que la queja más común que escucha es “nada más conocemos a candidatos, ya diputados ya no los conocemos, jamás vuelven y no ayudan en nada y efectivamente así es. Pero en el caso del Distrito 03 es que el 100 por ciento de los diputados federales electos en este Distrito ha sido el PRI, entonces esa imagen se la ha ganado al 100 por ciento el PRI”.

Y ofrece: “yo creo que una práctica de la decencia es vivir un buen estilo de vida, no ofrecer cosas que luego no se puedan conseguir y además en esa misma práctica de la decencia está cumplir aquella función que le fue encomendada por el pueblo. No se vale rajarse, si la gente ya confío en uno para ser diputado, ahora la gente espera que uno cumpla como diputado. Y en mi caso tengan la seguridad de que yo sí voy a aguantar lo que dura el mandato como diputado”.

En su oportunidad, el priista Ulises Adame reconoce que opinión que demerita a los diputados federales es muy generalizada y en este último período se ha vuelto incluso más común. “A mí me parece que en muchos casos la opinión puede ser acertada de diputados sin vocación, de espacios cubiertos solamente por canonjías o prerrogativas de tipo político, pero no en todos los casos es así. Yo tengo una idea de que hay legisladores que efectivamente han servido, independientemente si han vuelto o no. Esa es una crítica que hay en todo el país, que a veces confundimos la necesidad de atender legislativamente un espacio hacia resolver todos los problemas de la comunidad: desde barrer, desde trapear, acompañar a toda la gente a exposiciones. La función del legislativo es verdad que tiene que ver mucho con la gestión pero también tiene mucho que ver con la actividad que desarrolle en el ámbito de su competencia: es la de promover, modificar desde ese espacio las leyes que necesite este país para irse adecuando a la modernidad, para ir transformando desde formas muy profundas la realidad de México”.

Y asume compromisos: “este país es diferente ahora, hemos ido madurando en términos de democracia, vamos despacio pero yo creo que vamos bien. Vamos intentando un proceso de transformación desde la base de la sociedad, en donde la redefinición de las grandes metas y de los grandes retos de este país, están obligando a que cada legislador participe efectivamente de acuerdo a la necesidad que tenga su Distrito, sus electores, sin olvidar obviamente los grandes umbrales y planteamientos a nivel nacional. Lo que yo garantizo es que seré, si tengo la oportunidad de llegar a serlo, seré un legislador que le ponga atención primero que nada, a los temas nacionales, antes que a cualquier cosa y a la gente. Esa sería la garantía de no caer en el estereotipo de levantadedos”.

Sobre las reformas estructurales

Para el candidato priista Ulises Adame la cuestión no se puede plantear en forma lineal y por ello asume el compromiso de sacar adelante las reformas estructurales que el Poder Ejecutivo plantea como vitales sólo si son convenientes para la sociedad en su conjunto: “el hecho de que se plantee una reforma no quiere decir que automáticamente se vaya a aprobar; tiene que tener el consenso de la población, una reforma que le convenga a la mayoría de los mexicanos absolutamente la apoyaríamos, pero una reforma que perjudique a un sector importante, aunque tenga que durar ahí toda una vida, no la vamos a aprobar”. Para el panista José Nahoul el compromiso es claro: “incluso estoy de acuerdo en que hay que quitarle poquito a esto para ponerle otro poquito a aquello, porque nadie va a plantear una cosa que absurdamente vaya a dañar a los mexicanos y las reformas buscan que cambien un poquito las cosas para que nos beneficiemos los mexicanos”. Y para el perredista Gabriel Castillo el tema es fundamental: “no es un problema de puntos o de disposición, es un problema de definición política y de orientación de que a quién quiere beneficiar; hay una reforma pendiente, que nuestro partido ha insistido, que es la reforma del Estado, en donde se tiene que reglamentar la participación ciudadana y el uso de los recursos para financiamiento de los partidos. La discusión de fondo tiene que ver con la redefinición con el rumbo de la economía”.

La participación del Clero

Es el tema de la participación del Clero en cuestiones públicas el que permite evidenciar las diferencias de fondo en las posturas de los candidatos.

Para el perredista Gabriel Castillo es preocupante el ver algunos signos del crecimiento de un conservadurismo en el país. “No sólo son los ministros de culto, sino también organizaciones como Pro-Vida que están haciendo una campaña para votar en contra de mi partido y en contra de otro partido que lleva el nombre de México Posible. Yo creo que nosotros no nos podemos asustar que se haga un llamado a tener una participación ciudadana, que todo mundo llame a sus representados a que voten. Creo que aquí no debe alarmarnos a que se llame a votar, lo que nos preocupa es que se llame a no votar por cierto partido, a no votar por ciertas personas, a votar por determinado partido afín a determinado grupo religioso o empresarial o alguna organización social. La apertura a la reforma del 130 les da mayor derecho a participar en la vida política, pero no les da derecho a asumir de manera directa la promoción del voto por un partido ni en contra de otros partidos”.

Para el priista Ulises Adame se puede ver con sorpresa cómo algunos ministros de la Iglesia están en medio de un conflicto social, señalados y señalando en torno a temas de interés nacional. “A mí no preocupa que algún miembro de la Iglesia tenga participación ciudadana absolutamente, en otros países la tienen; a mí me preocupa mucho que se hagan ataques frontales hacia partidos políticos, que eso arriesgue a la fe de la gente también que se mezcla la fe que es tan sagrada, que es tan personal, se va mezclando con cuestiones políticas y estoy casi seguro que nadie va a salir ganando”.

En cambio, para el panista José Nahoul es muy sano que los sacerdotes inviten a reflexionar a la gente sobre la importancia de participar, “de hecho es lo mismo que hacen los que se dedican a la labor periodística, poner los elementos para que a juicio de todas las personas se tomen buenas decisiones que nos favorezcan a todos y de una manera objetiva, aquí están los elementos ustedes son los que deciden, pero participen, pero atórenle”.

Una mujer congruente

“Marta Sahagún es una mujer que dice lo que hace, que realmente quiere a México, que realmente quiere hacer un bien, que se está comprometiendo a trabajar con las clases más desprotegidas. Se le ve la sana intención de ayudar, pero, sin embargo, cualquier persona en este mundo que se ponga a hacer el bien va a ser sujeto de crítica y va a batallar mucho, pero lo que importa es que la gente reciba los beneficios”.

José Nahoul, Candidato del PAN

Actitudes mesiánicas

“A nosotros nos preocupa como mexicanos que se esté rompiendo con una tradición de respeto al pueblo de México porque las actitudes mesiánicas no caben en este momento; todos coincidimos en que la frivolidad en la política ha desviado la atención de los grandes problemas. Nosotros hemos hecho el llamado a no caer en ese juego, nosotros respetamos el estilo del señor Presidente y de la señora Sahagún, pero no lo compartimos”.

Gabriel Castillo, Candidato del PRD

Proyecto de mercadotecnia

“Es obviamente una propuesta bien diseñada, es una propuesta de publicidad definida que aprovecha la posibilidad de llegar al interior de las familias, tocar las vidas de la familias. Cada vez que hay un conflicto aparece la figura y ahí entra una cortina de humo, genera un escándalo y un problema político; la figura de la señora es un proyecto político y el que se meta en el terreno político tiene que sufrir de las consecuencias”.

Ulises Adame, Candidato del PRI

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