Ocultando marcas de dobladillos
Cuando se baja un dobladillo, queda marcada la línea del anterior y hay veces en que todos los procedimientos conocidos para borrarla fallan. Para estos casos el único remedio es cubrirla, lo cual se puede hacer con una sencilla puntada de bordado, o bien con un encaje, repitiendo el adorno en el escote y en las mangas a fin de que parezcan un adorno natural.
Manos muy sucias
Para limpiarlas perfectamente haga una mezcla de jabón y agua tibia y agréguele una cucharada de azúcar. Frote sus manos con ella vigorosamente y luego enjuáguelas.
Improvisando un corbatero
Para hacerlo, sin que le cueste nada, ponga dos de los ganchos que se usan para colgar las tazas en armarios o gabinetes de cocina, en el interior de la puerta del closet y estire de uno a otro una liga de hule larga y bastante gruesa. Las corbatas no se resbalarán de este improvisado corbatero.
Trabaje menos
Casi todos los hornos de las estufas tienen dos parrillas y si usted generalmente sólo usa una de ellas, quite la que sobra y téngala guardada. De este modo siempre tendrá una perfectamente limpia y reluciente y no habrá dos que limpiar cuando use el horno.
Marcas negras de los anteojos en la nariz
Esas feas marcas negras que suelen dejar los anteojos en la nariz se evitan fácilmente dándoles dos o tres manos de barniz transparente para uñas a las piezas que descansan sobre ella.
Para fundir chocolate
Ponga las tablillas de chocolate especificadas en su receta dentro de una bolsa de plástico. Ciérrela con un hilo y sumérjala en agua hirviendo. (Deje que el agua comience a hervir, retire la vasija del fuego y deje caer en ella la bolsa de plástico con el chocolate). Póngale la tapa al recipiente y olvídese unos minutos de él. Cuando se haya fundido, hágale un agujero a la bolsa y déjelo caer en su preparación. Esto ahorra desperdicio, evita lavar y hasta raspar una vasija donde se ha quedado pegada una cantidad regular del producto.
Para su botiquín
No tire los envases en que venían los hisopos de algodón que se terminaron, ni tampoco ningún otro que tenga boca grande. Lávelos bien, quíteles las etiquetas y después de secarlos perfectamente, haga bolitas de algodón y guárdelas en ellos, son muy útiles. También puede hacer usted misma sus hisopos, usando para ello palillos de dientes y un pequeño pedazo de algodón. No tendrá sino que enrollarlo bien apretado en la punta más delgada del palillo.