Moho en los azulejos del baño
¿Quiere limpiar esa fea lista de moho que tan mal se ve entre los azulejos del rededor de la regadera y también en algunas otras partes del cuarto de baño? Ponga en un frasco atomizador cloro blanqueador para uso doméstico y rocíe abundantemente en las negras vetas. Deje que el producto solo haga su obra limpiadora al cabo de 30 ó 60 minutos frótelos con una esponja mojada en agua fría. Le costará mucho menos trabajo que frotar cada unión con el cepillo de dientes mojado en el cloro, como generalmente hacen las amas de casa que conocen este procedimiento.
Novedoso adorno para el pastel
Hágalo en un molde de corona, y después de barnizarlo, busque un vaso o tarro que quepa en el hueco de la corona sin maltratarla. Póngale agua y acomode en él una bonita rosa o un hermoso y bien arreglado ramo de flores apropiado para el tamaño. Este adorno extra en el pastel será tema de conversación entre la concurrencia.
Pelotas de tenis
Poner las pelotas de tenis “muertas” en la secadora de ropa, con el objeto de que recobren su elasticidad, es una solución temporal nada más. El remedio positivo es mantenerlas en el refrigerador cuando no están en uso, a fin de que no pierdan presión. Ahora bien, para usarlas, hay que sacarlas unos 15 minutos antes del juego.
Se cura jugando
Si su hijo se lastimó un dedo, y no quiere sumergirlo en una solución con agua caliente, ponga el agua en un recipiente y coloque varios juguetes en él. Mientras juega con los juguetes, sumergirá su dedo al mismo tiempo.
Fruta, indispensable en la alimentación
Si en vez de un centro con flores coloca en su mesa a la hora de las comidas una fuente con frutas, nadie olvidará que debe comerla. Es un bonito adorno y nos recuerda que es mejor comer fruta que dulces y postres. Para que se conserve en perfecto estado de limpieza mientras llega la hora de ingerirla, cúbrala con un plástico.
Facilite una tarea difícil
Si tiene problemas para limpiar esos gabinetes altos de su cocina que se han puesto muy sucios porque no puede usted alcanzarlos para limpiarlos con la frecuencia debida, use un mechudo ordinario de hilos mojado en una solución hecha con una taza de vinagre y 4 litros de agua. Esto facilitará su labor.
Pele más fácilmente el ajo
Cuando se dificulte quitar esa delgada corteza que cubre cada diente, simplemente dé un golpecito en cada una de sus puntas con el mango de un cuchillo y verá con qué facilidad sale entonces la cascarita.
Barnizando el pastel
Si al hacer esta operación se le termina el azúcar pulverizada y necesita más para darle la consistencia que se necesita para extender la cobertura, pase una poca de azúcar granulada por su licuadora, haciéndola trabajar a alta velocidad para obtener un polvo tan fino como el del azúcar glass. Y si necesita darle más cuerpo añádale una cucharada de maicena.
Para las tapas de plástico
Guarde todas las tapas de plástico de sus recipientes, junto con las que conserve de los productos envasados, en una caja de cartón, colocando las chicas al frente, las medianas en el centro y las más grandes atrás. Téngalas al lado de sus vasijas de plástico para que pueda disponer fácilmente de ellas cuando las necesite.
Moños a la mano
Guardar los moños y listones que vienen en los regalos es práctico, pero a veces es difícil guardarlos sin que se maltraten. Péguelos en la parte posterior de la puerta del clóset y así los mantendrá en forma y siempre a la mano para cuando los necesite.
Pasteles con harinas de paquete
Cuando haga pasteles con harinas de paquete, de ésas a las cuales ya casi no se agrega otra cosa que el líquido para hacer la masa a la pasta, en lugar de agua simple, use jugos de frutas, como naranja, piña, manzana, etc. Su sabor cambiará y resulta mucho mejor.
No deje la mitad en el rallador
Cuando ralle queso, corteza de naranja o de limón, no deje una buena parte en el rallador; extráigala con un cepillo dental. Es lo más apropiado para esto y no debe faltarle en la cocina. Compre uno y téngalo en ella pues le será muy útil para el fin indicado y para otros.
Conservación de la fibra de acero
Ponga siempre los cojincillos de fibra de acero en un recipiente en que queden apretados y cúbralos de agua caliente. Aún los más corrientes se conservan bien hasta que se acaban. Es la mejor forma que no se oxiden.