México, DF.- A 26 años de la muerte del legendario cantante Elvis Presley, fue descubierto uno de los temas jamás escuchados del artista I’m a Roustabout, el cual será incluido en el próximo lanzamiento del álbum Elvis 2nd to None, programado para el seis de octubre próximo.
La casa disquera BMG/RCA Records informó a través de un comunicado que I’m a Roustabout, expresión que define a una persona trabajadora y de diversos oficios, fue originalmente escrita para la película Roustabout (1964), por Winfield Scott y Otis Blackwell, inseparables colaboradores de Elvis; sin embargo, este tema nunca se utilizó. Señaló que a partir de un comentario del compositor Winfield Scott, inició la idea de ponerse a descubrir el tema perdido. El acetato original de dicho tema se encontró en el sótano de la casa del compositor, quien le otorgó los derechos a BMG/RCA para publicar esta grabación.
I’m a Roustabout será anexado a la producción Elvis 2nd to None (Elvis inferior a nadie), una compilación de los temas favoritos de sus admiradores que dieron vida a momentos memorables de su exitosa carrera musical de Elvis Presley, quien interpretó diferentes géneros como el R & B (rhythm and blues), Rock and roll, pop, country, dance y rockabilly (rock montañés).
El álbum también incluirá un remix del tema Rubberneckin, producido por el DJ Paul Oakenfold, uno de los más prestigiados en la historia de la música.
La casa disquera indicó que I’m a Roustabout es un tema rítmico y con tonos de pop, el cual tendrá la oportunidad de convertirse en el éxito musical que pudo haber adquirido en 1964.
El vicepresidente del Grupo de Marketing Estratégico de BMG, Joe Di Muro indicó que este tema es un gran descubrimiento musical, ya que “raramente nos encontramos con material inédito de artistas del calibre de Elvis Presley y contar con un tema completo, es todavía más extraño”.
Por su parte, el compositor de I’m a Roustabout, Winfield Scott, manifestó que “es muy gratificante para mi lanzar finalmente este tema y espero que traiga a los admiradores de Elvis, tanta dicha como a Otis y a mí nos trajo el hecho de haberlo escrito”. Elvis 2nd to None es la continuación del exitoso lanzamiento del álbum Elvis 30 # 1 Hits, que alcanzó la posición número uno en 26 países del orbe, incluido Estados Unidos, donde se mantuvo en la cima por tres semanas, además de registrar ventas de más de nueve millones de copias en el mundo.
Entre los éxitos se encontraba el remix #1 A Little Less Conversation, producido por el DJ JXL, y el cual se convirtió en número 1 en 26 países, inclusive en Estados Unidos y la Gran Bretaña lo cual colocó a Elvis como uno de los más grandes artistas.
Sus fans los recuerdan
Los responsables de Graceland, la meca para los fans de Elvis Presley, esperan que más de 30 mil personas se den cita en esta ciudad de Tennessee para conmemorar el 26 aniversario de la desaparición de “El Rey”.
De entrada, en la madrugada del sábado fueron ya miles de personas las que participaron en una vigilia con velas durante la cual los seguidores del “Rey del Rock” rindieron pleitesía a su ídolo en Graceland, la mansión de Memphis que Elvis compró en 1957.
Precisamente aquí, en esta ciudad sureña donde en agosto el termómetro difícilmente baja de los 30 grados, es donde se encuentra su tumba, un lugar que para los que piensan que “El Rey” sigue vivo, es sólo es un recordatorio de que Elvis desapareció.
Como ocurre desde hace 26 años, los “peregrinos” de Graceland portaron durante la pasada noche velas encendidas para recordar a su ídolo a lo largo del Bulevar Elvis Presley, una sección de la autopista 51 renombrada en 1971, que discurre frente a la mansión.
Entre los que esta “semana Elvis” visitarán Graceland, habrá personas llegadas de todo el mundo que comparten una profunda admiración por el hombre que cambió el curso de la música moderna.
Además de las muchas actividades “preislerianas” que los directores de Graceland han organizado para estos días en Memphis, los visitantes -muchos vestidos con atuendos estrafalarios que recuerdan al rey- tendrán oportunidad de comprar los últimos recuerdos relacionados con él.
Y es que Graceland, además de la querida -y última- morada de Elvis, es un emporio turístico en el que se comercializa su recuerdo.
Mientras se espera muy organizadamente para entrar en la mansión, es casi obligado pasear por el gran centro comercial instalado en las inmediaciones, donde se puede comprar desde esa camiseta en la que aparece Elvis en actitud insinuante hasta aquella otra en la que muestra su magnífica sonrisa -y dentadura-; pasando por un paraguas, un colgante para el árbol de Navidad o un espantamoscas.
Todo, por supuesto, lleva la “marca de la casa” y no es “auténtico” si no se vende en una de las “tiendas Elvis” concentradas en Graceland.
El complejo en el que los herederos de Elvis Presley han decidido honrar su recuerdo, no hubiera dejado de ser una “casa bonita ubicada en las afueras de Memphis”, a no ser por el fervor con el que los fans del padre del “rock roll” veneran su recuerdo.
Sin embargo, en estos momentos, y gracias a la gran visión de quien fue capaz de organizar Elvis Presley Enterprises -dicen se trata de la propia Priscilla, viuda del cantante- Graceland es, junto con la Casa Blanca, una de las mansiones más visitadas por los estadounidenses a lo largo del año.
No en vano ha sido declarada “patrimonio histórico” de Estados Unidos y se ha convertido en una especie de “meca” para los 750 mil fans de Elvis que la visitan cada año y para los millones de ellos que sueñan con llegar allí “algún día”.
Graceland está como el rey la dejó -aunque ya no huele a sandwich de mantequilla de cacahuete con plátano, el preferido del cantante- y aseguran que “todo es real”, a excepción de la puerta, que tuvo que ser cambiada porque, con tanta visita, la original se rompió.
Como todos los años, los miles de fieles al cantante harán las correspondientes colas para subir y pasearse por el jet privado de Elvis -aquél que “acondicionó” por 800 mil dólares, tres veces más de lo que le costó- y comprobar como el otro avión, el pequeño “Hound Dog II”, tenía tapizados los asientos en tonos naranjas, amarillos y verdes.
En el museo de Graceland admirarán también la magnífica colección de automóviles y motocicletas del cantante en la que se encuentra desde el famoso Cadillac rosa de 1955 hasta un magnífico Rolls Royce blanco pasando por el caprichoso Mercedes descapotable que le regaló a Priscilla, en los años en los que su matrimonio no iba tan mal.
Es decir, prácticamente “el todo Elvis” está al descubierto en Graceland y es por eso es por lo que, como cada año, llueve, truene o haga un sol que derrite, miles de personas vuelven al lugar.