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BAGDAD, IRAQ.- Los ataques contra las tropas de la coalición en Iraq registrados en las últimas horas dejaron un soldado estadounidense muerto y otros 20 resultaron heridos, en diferentes episodios en los que además 11 iraquíes perdieron la vida.
El Comando Central de Estados Unidos, con sede en Qatar, indicó que un militar estadounidense murió la noche del jueves por disparos de armas cortas mientras custodiaba el Museo Nacional iraquí, en el centro de Bagdad.
El incidente se produjo horas después de que el recinto cultural fue reabierto por primera vez desde que las tropas de la coalición anglo-estadounidense entraron en la capital iraquí el pasado 9 de abril, precisó el centro de mando en un comunicado.
Ayer unos 17 soldados estadounidenses resultaron heridos al ser atacados con fuego de mortero en una base militar de Balad, unos 90 kilómetros al norte de Bagdad, mientras que otro sufrió lesiones en una explosión registrada en Bagdad.
Por otra parte, dos militares estadounidenses heridos fue el saldo que dejó el estallido de una mina terrestre en Al Jadra, un barrio al oeste de la capital iraquí, cuando el convoy en que viajaban pasó por el lugar las primeras horas de este viernes.
La explosión también causó heridas a un civil iraquí que por casualidad conducía su automóvil junto al convoy militar, señaló el Comando Central.
Fuentes militares estadounidenses informaron que las tropas de Estados Unidos dispararon contra un grupo de iraquíes que atacó una patrulla de Estados Unidos en el norte de Bagdad, sin que ningún soldado resultara herido.
Los militantes iraquíes, considerados leales al ex presidente iraquí Saddam Hussein, intentaron emboscar a la patrulla, pero ésta respondió los disparos y mató a 11 de ellos.
Las tropas de la coalición, encabezadas por Estados Unidos, han sido atacadas en repetidas ocasiones en las últimas semanas, por lo que el ejército estadounidense inició el domingo pasado la operación “Serpiente del Desierto”, a fin de acabar con los ataques.
Las autoridades de Washington afirman que los miembros de la resistencia iraquí se están arriesgando más, están más organizados y sus ataques son más mortales.