BUENOS AIRES, ARG.- Las selecciones de Argentina y Chile empataron ayer 2-2 en el primer partido de las eliminatorias sudamericanas rumbo al Mundial de Alemania 2006 jugado en el Estadio Monumental Antonio Liberti de esta capital.
El empate constituyó para Chile un valioso resultado, ya que hasta el minuto 35 perdía por 0-2, con una estrategia de juego basada en un sistema defensivo que en el segundo tiempo debió modificar para poder revertir ese adverso marcador.
Para Argentina, en cambio, este resultado es una señal de preocupación porque no supo conservar la ventaja en el marcador ni el dominio que tuvo en el campo de juego, por lo cual perdió dos valiosos puntos de local que creía seguros.
En los primeros 45 minutos, Chile mostró un futbol errático, basado en largos tiros en busca de uno o dos delanteros que esperaban en la mitad del terreno de juego una oportunidad para salir en busca del arco rival.
Pero esa estrategia cambió en forma radical en el segundo tiempo, cuando el cuadro visitante adelantó sus filas para tratar de controlar el mediocampo, lo cual descolocó a Argentina, equipo que, sin embargo, dominó las acciones en un balance global.
El primer tiempo del encuentro estuvo dominado en forma clara por Argentina, que ejerció una fuerte presión en el mediocampo con el objetivo de obtener el balón y armar jugadas por ambos lados de la cancha.
Chile armó un férreo esquema defensivo en busca del empate, estrategia que llegó en algún minuto a concentrar a los 11 jugadores en la cercanía de su propia área para abortar las llegadas colectivas de los delanteros y volantes argentinos.
Argentina tuvo múltiples jugadas de riesgo debido a la presencia, en algunas jugadas, de hasta seis jugadores locales en el área grande visitante, en contraposición con la escasa presencia de los chilenos en la zona rival.
La única jugada de riesgo para el pórtico argentino en el primer tiempo llegó al minuto 27, cuando el delantero chileno Héctor Tapia lanzó un tiro libre desde unos 21 metros que fue contenido con facilidad por el portero Pablo Cavallero.
La estrategia defensiva chilena cayó en forma estrepitosa a partir de los 31 minutos de juego, cuando Argentina logró anotar el primer tanto, fruto de la presión constante que ejerció en el sector chileno.
A los 31 minutos de juego, el chileno Pablo Contreras perdió el dominio del balón, tras lo cual el argentino Andrés D’Alessandro armó una jugada con Cristian "Kily" González, quien le pegó con fuerza al balón con la pierna izquierda y anotó el primer gol del encuentro.
En los 35 minutos, nuevamente D’Alessandro creó una jugada en el mediocampo para habilitar a Pablo Aimar, volante que derrotó a Nelson Tapia con un tiro de derecha que colocó con precisión a la izquierda del portero, quien nuevamente no pudo hacer nada para evitar el gol.
En el segundo tiempo, y luego de dos cambios que realizó Chile para acercarse al área rival, el cuadro visitante logró llegar un poco más, producto del desplazamiento de algunos jugadores al sector argentino, lo cual complicó por varios minutos al cuadro local.
El seleccionador chileno Juvenal Olmos aumentó los jugadores en el mediocampo para tratar de controlar el balón y tener la posibilidad de que algunos de ellos subieran hasta el área rival para acompañar a los delanteros Mauricio Pinilla y Reinaldo Navia.
Esa estrategia rindió sus frutos al minuto 60, cuando Jorge Acuña logró azar con la pelota y conectar un certero pase al área argentina para Milovan Mirosevic, volante del Racing argentino, que derrotó a Cavallero con un potente tiro.
El gol del empate para Chile llegó al minuto 76, cuando Pinilla elaboró una jugada en el mediocampo y le entregó un pase muy medido a Navia, delantero del club mexicano Morelia, quien con un zurdazo venció al portero argentino provocando la euforia de los chilenos.
A los 86 minutos, el árbitro paraguayo Ubaldo Aquino expulsó del campo de juego al argentino Walter Samuel por agredir a Acuña y al chileno Cristián Álvarez por intentar tomar justicia por sus propias manos.
Cinco minutos más tarde, Aquino le mostró la tarjeta roja a Navia por agresión a González.
Los equipos formaron de la siguiente manera:
Argentina.- Pablo Cavallero, Nelson Vivas, Roberto Ayala, Walter Samuel, Javier Zanetti, Juan Verón (Matías Almeyda), Cristian González, Pablo Aimar, Andrés D’Alessandro, César Delgado y Hernán Crespo (Javier Saviola). DT: Marcelo Bielsa.
Chile.- Nelson Tapia, Cristián Álvarez, Pablo Contreras, Rafael Olarra, Rodrigo Pérez, Marcos González, Rodrigo Meléndez (Milovan Mirosevic), Fernando Martel y Mark González (Jorge Acuña); Reinaldo Navia y Héctor Tapia (Mauricio Pinilla). DT: Juvenal Olmos.