EL PAÍS
Washington, EU.- Por mucho que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, insista en que el viaje a Europa es para hablar de “paz, prosperidad y libertad”, la agenda de contactos convierte el itinerario en un vía crucis diplomático que puede culminar con amistades recuperadas o con rencores más profundos. Primero, Bush debe reunirse con mandatarios de la “vieja Europa” que cometieron la osadía de llevarle la contraria; después, el presidente de Estados Unidos se ve obligado a ejercer un papel que siempre le pareció demasiado fatigoso: el de mediador en Oriente Medio.
Bush arrancó ayer en Polonia la gira más compleja de su mandato. El presidente y la primera dama, Laura Bush, llegaron a Cracovia poco antes de las 22.00 (2000 GMT), y fueron recibidos por una delegación antes de dirigirse hacia su hotel.
Con esta primera escala en Polonia, un país que apoyó a Estados Unidos en sus esfuerzos por derrocar el régimen de Saddam Hussein, el presidente norteamericano comenzó su viaje con una nota positiva, antes de entrar en terrenos más complicados. El mandatario tiene previsto viajar a continuación a Rusia y Francia, dos países que se opusieron a la campaña bélica en Iraq.
Durante su estancia en Francia para una cumbre del Grupo de los Ocho, como se conoce al foro de las mayores potencias industriales del mundo, Bush cenará con el presidente anfitrión, Jacques Chirac, y los otros líderes participantes de la reunión, y también mantendrá una entrevista por separado con su par francés.
“Le recordaré, como lo haré con mucha gente, que podemos hacer mucho más juntos que discutiendo entre nosotros”, afirmó. “Puedo comprender porqué algunos no estaban de acuerdo con nuestra política sobre Iraq, pero ahora es tiempo de seguir adelante”.
En Polonia, Bush pronunciará un discurso sobre las relaciones de Estados Unidos con la Unión Europea que, en opinión de la asesora de seguridad nacional Condoleezza Rice, se centrará en “los intereses comunes que tenemos —la agenda de cooperación que tenemos por delante sobre temas como la no proliferación (de armas nucleares); la lucha contra enfermedades y la pobreza en las áreas más pobres del mundo, la economía global y el comercio”.
Antes de visitar Francia, Bush viajará a Rusia, donde tiene previsto participar en las celebraciones del tercer centenario de la fundación de la ciudad de San Petersburgo, junto a otras decenas de líderes mundiales.
En San Petersburgo, la segunda ciudad del país, el mandatario estadounidense se reunirá con el presidente ruso Vladimir Putin y atenderá una ceremonia para jubilados.
Rice también dijo que uno de los temas que discutirán ambos líderes será la asistencia que ha prestado Rusia al programa nuclear de Irán, cuyo gobierno insiste en los fines estrictamente energéticos de sus reactores. No obstante, Estados Unidos ha manifestado su sospecha de que podrían estar destinados a la creación de armas nucleares.
Bush partirá un día antes de la ciudad francesa de Evian, donde se realizará la cumbre del G-8, para ir a Egipto a una reunión con líderes árabes, entre los que figuran el presidente egipcio, Hosni Mubarak; el príncipe heredero Abdullah, de Arabia Saudita; el rey Hamad de Bahrein y el primer ministro palestino Mahmoud Abbas.
Bush dijo que dejará claro que los “líderes del mundo árabe tienen una responsabilidad de luchar contra el terrorismo”.
Posteriormente, el mandatario visitará Jordania, donde se encontrará con el primer ministro israelí Ariel Sharon y su par palestino, Mahmoud Abbas, con quienes intentará gestionar la puesta en marcha de un plan de paz auspiciado por Estados Unidos.
El plan insta a la eventual creación de un estado independiente palestino, que conviva en paz con Israel, para el año 2005.
“Va a ser una visita significativa”, declaró Bush. “Demuestra que estoy comprometido con el proceso de paz”, agregó.
Bush dijo que Abbas y Sharon han demostrado que ellos están decididos a lograr una solución. El presidente estadounidense tiene previsto reunirse por separado con ambos líderes, y mantendrá una reunión con los dos juntos si, en palabras de Rice, “las condiciones lo permiten”.
Finalmente, Bush viajará a Qatar para reunirse con el general Tommy Franks, líder del Comando Central estadounidense, y con Paul Bremer, administrador interino para Iraq.
El presidente norteamericano dijo que también pronunciará un discurso ante las tropas estadounidenses en la región antes de regresar a su país.