TORREÓN, COAH.- Los comerciantes concesionarios de la Alameda Zaragoza se quejan de todo: desde la proliferación de ambulantes ya establecidos, hasta las deplorables condiciones del paseo público.
Y es que en la Alameda Zaragoza lo mismo se observan depósitos de basura inservibles que lonas amarradas de los árboles para proteger del sol a los vendedores ambulantes, quienes llevan meses en el paseo público.
Martín de Haro lleva más de 20 años como concesionario de la Alameda Zaragoza. En el centro del paseo público vende refrescos, nieve y comida. Se queja de la falta de mantenimiento, suciedad y de la negligencia de los trabajadores de Parques y Jardines.
“Nos faltan muchas cosas, vea cómo están esos depósitos de basura, todos inservibles, las palapas están quebradas, está muy sucio, los trabajadores en lugar de cumplir con su deber se duermen en las camionetas del Ayuntamiento”, dice Martín de Haro.
En los 20 años que lleva vendiendo en la Alameda Zaragoza, nunca había estado en tan malas condiciones como ahora, según expresa el comerciante. “Lo malo es que los comerciantes de aquí no se han querido unir para protestar, les dice uno pero no quieren”.
A decir del comerciante, las deplorables condiciones del paseo público afectan sus ganancias, pues muchos padres de familia optan por llevar a sus hijos a los centros comerciales a pasear en lugar de acudir como tradicionalmente se hacía a la Alameda Zaragoza.
“La gente que viene de paseo se queja con nosotros, sobre todo las personas que se fueron a vivir a otros lugares y regresan a pasar las vacaciones, nos dicen: oiga, qué fea se está poniendo la Alameda, está muy sucia”.
Evangelina López Tovanche tiene un puesto donde vende lonches. Dice estar conforme con el servicio de limpieza proporcionado por Plazas y Jardines, así como por la Promotora Ambiental S.A. (PASA).
“La verdad en eso no tengo queja, por lo menos aquí donde está mi puesto siempre vienen y recogen la basura, incluso a veces me ayudan a sacar las bolsas cuando ven que estoy muy ocupada”, señala Evangelina.
Respecto a las condiciones de la Alameda Zaragoza, la vendedora responde: “los árboles están secos porque casi no hay agua, la presión es muy baja, hasta nosotros batallamos y tenemos que acarrearla de la fuente o de la biblioteca. Los trabajadores no pueden regarlos como debe ser porque no hay agua suficiente, por eso están así”.
Hugo López Reyes lleva 23 años trabajando en la Alameda Zaragoza. Tiene un puesto de comida y aunque está conforme con el mantenimiento proporcionado al paseo público, se queja de la falta de autoridad para impedir la instalación de vendedores ambulantes.
“Enfrente de mi negocio un señor viene y se pone a vender tacos, el camellón de esa calle –Donato Guerra- lo está invadiendo esa señora con su puesto de gorditas, es una pésima imagen hasta para negocios como el Palacio Chino que está en esta cuadra”.
Y añade: “esos ambulantes ya están establecidos, no es justo para nosotros porque son una competencia desleal, hace falta autoridad para que los retiren de aquí. En los fines de semana llegan más”.
Otro de los señalamientos de los comerciantes, es la instalación de medidores por parte de la Comisión Federal de Electricidad, pues aseguran que han puesto decenas y los ambulantes aprovechan para conectarse y eso les facilita su actividad ilícita.