GÓMEZ PALACIO, DGO.- En lo que va de septiembre, el departamento de Regulación Sanitaria de la Jurisdicción Sanitaria número Dos, ha decomisado dos mil kilogramos de vísceras y siete reses en estado de descomposición en el rastro municipal.
Jesús Monárrez Chavarría, jefe del Departamento de Regulación Sanitaria, señaló que hasta septiembre, en el rastro municipal de Gómez Palacio, se logró decomisar un total de dos mil kilogramos vísceras y aproximadamente siete canales completas.
En cada uno de los rastros de Gómez Palacio y Lerdo, dijo, hay un médico veterinario con el objetivo de vigilar la calidad de la carne destinada al consumo humano. “Actualmente se hace un buen trabajo porque los rastros municipales y particulares, se han dado a la tarea de cumplir con los reglamentos higiénicos”.
Según Monárrez Chavarría, la vestimenta de los trabajadores es completa, usan cascos, guantes, mandiles, entre otros accesorios. También cuentan con vitropiso o material adecuado para lavar el piso cuando a veces sea necesario.
Los rastros cuentan con camiones adecuados para transportar carne a otros lugares. Cuando los médicos veterinarios detectan que alguna vaca tiene olor a medicamento, la decomisan, el color también indica un estado de avance de descomposición.
“Existen otros motivos para llevar a cabo un decomiso, por ejemplo cuando llegan las vacas muertas al rastro ya no se dejan salir y se destruyen esas canales”.
Comer carne en estado de descomposición, señala Monárrez Chavarría, puede producir una intoxicación, alergias o nada, dependiendo de la cocción.
Los reportes del Departamento de Regulación Sanitaria indican que no hay rastros clandestinos, únicamente se han detectado mataderos de marranos en los patios de casas particulares y para combatirlos es necesario la denuncia ciudadana.
“Si nos avisan a nosotros acudimos de inmediato para poder asegurar al animal, es importante que pongan las quejas porque es difícil para nosotros dar con los domicilios donde se sacrifican marranos en los patios”.
CORRALES
“Es importante que los rastros municipales traten de superar lo que ya tienen. En Lerdo no cuentan con corrales bien establecidos para que el ganado repose 24 horas antes del sacrificio con el objeto de minimizar la adrenalina de los animales”.
Jesús Monárrez Chavarría,
Jefe del departamento de Regulación Sanitaria de la Jurisdicción Sanitaria número Dos.