UN FELIZ AÑO NUEVO
Se terminó el tiempo, el 2003 ha llegado a su fin, no hay tiempo extra ni prórroga, lo que se hizo está ahí, lo que no se hizo en este tiempo ya no importa, la vida nos da siempre una segunda oportunidad y el tiempo es la forma de contemplar esto.
Al final de cada año siempre habrá recuerdos agradables, logros y bendiciones, recuerda esto siempre a lo largo de tu vida, pero también hay recuerdos de malos momentos cosas que no se hicieron, cosas que se reflejan en frustración y las cuales, si no tenemos cuidado, marcarán nuestras vidas.
El hombre tiene gusto por autodestruirse, no hay peor crítico que uno mismo y no hay estorbo más grande que uno mismo, el hombre gusta de culpar a todos y vive feliz en la mediocridad mientras exista un culpable, es momento de cambiar todo eso y de darnos cuenta que siempre tenemos una segunda oportunidad para ser mejores, la oportunidad nos la da la vida, nos la da Dios, pero nosotros no.
Mi mejor deseo para este nuevo año, es que podamos reconocer que no dependemos de nadie para lograr las cosas que anhelamos, sólo dependemos de Dios y de su voluntad, por lo demás, los que definen si triunfamos o fracasamos somos nosotros mismos, nadie más, dejemos de ocultarnos del éxito, no tengamos miedo para enfrentar la adversidad, ese ya es el primer triunfo.
Siempre se habla de que las cosas serán difíciles, nunca he escuchado un comentario positivo acerca de la economía, acerca del trabajo, acerca del mundo, los expertos pronostican muertes de los grandes líderes del mundo, pero nadie pronostica el nacimiento de líderes de paz, nadie pronostica un cambio en alguna región del mundo, todo se contempla en lo malo que habrá de suceder y nos contaminan con este pensar.
Es tiempo de detener eso, y de pensar que todo es posible, alguien dijo: si se puede imaginar, se puede hacer, y esto es cierto, el éxito inicia en nuestra cabeza, no en la de los demás, recordemos esto.
Un feliz año nuevo, que todos sus deseos se logren, que el temor y el desaliento jamás entren a su hogar y que la salud y la volunta de Dios prevalezca al menos hasta el 31 de diciembre del 2003, entonces, terminará un tiempo, y será momento de renovarse para un nuevo año.