El abogado Juan José Aparicio informó ayer que la denuncia del árbitro Felipe Ramos Rizo ya fue turnada a la Fiscalía Especializada Contra la Delincuencia Organizada de la Procuraduría General de la República para su investigación.
Aparicio Nieto, quien representa legalmente al silbante mundialista, aclaró que ?la denuncia no se puede retirar y se sigue de oficio, a tal grado que ya fue turnada? a dicha fiscalía.
De esta forma aclaró una información periodística conocida este miércoles que aseguraba que el árbitro retiraría la denuncia para poner fin a la inhabilitación que le impuso el martes el Consejo Nacional de la Federación Mexicana de Futbol (FMF).
Ramos Rizo presentó la denuncia contra quien resulte responsable por los hechos de espionaje telefónico y violación al secreto bancario, toda vez que grabaron conversaciones y se dieron a conocer movimientos bancarios personales.
El Consejo Nacional de la FMF acordó en su reunión del martes inhabilitar a Felipe Ramos Rizo por el tiempo que dure la investigación y otorgó permiso al titular de la Comisión de Árbitros, Edgardo Codesal, para que aclare también la denuncia que presentó ante la PGR.
El comienzo del fin
Aquel miércoles 11 de junio ya le sorprendía a Felipe Ramos Rizo no haber sido nominado para el juego definitivo del Torneo Clausura 2003 entre Monterrey y Morelia, tal y como estaba acostumbrado desde 1999 cuando dirigió por primera vez un partido por título: Pachuca frente a Cruz Azul.
Ramos Rizo respetó el accionar de la Comisión encabezada por Edgardo Codesal, pero nunca imaginó que aquella noche de arbitraje en el estadio del Tec de Monterrey, pudiera ser, según las circunstancias, la última en su carrera profesional.
Más allá de espionajes y controversias, la Federación Mexicana de Futbol (FMF) inhabilitó a quien desde hace ya varios años se consolidó como el mejor silbante del futbol mexicano.
Y los números hablan...
Felipe ocupa el segundo lugar en la historia entre los nazarenos con más finales de ?vuelta? dirigidas (cinco), sólo atrás de Arturo Brizio (diez). En total, participó hasta el torneo anterior en siete duelos de final. También logró ingresar al selecto grupo de ocho nazarenos mexicanos que han asistido a Copas del Mundo.
Eso soñó desde los siete años, cuando acompañaba a su padre, don Eduardo Ramos, en sus aventuras arbítrales a nivel amateur en el Deportivo ?Los Galeana?. En honor y homenaje al papá, buscó el profesionalismo, mismo camino elegido por su hermano Miguel.
Y lo consiguió en marzo de 1988. Su debut en Primera División fue en 1993, un encuentro entre Correcaminos y Morelia; y su primera aparición internacional fue el 30 de mayo de 1998 en el juego Estados Unidos-Escocia.
Catorce años de brillantez: siete finales del balompié nacional, incontables partidos internacionales de gran trascendencia para la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), un Mundial Sub-20, Copas de Oro, una final de Juegos Olímpicos y una travesía en la Copa del Mundo Corea-Japón que dejó huella: además de haber sido el cuarto oficial en la inauguración entre Francia y Senegal, dirigió uno de los partidos más importantes del certamen: Brasil-Inglaterra en cuartos de final; su eficiente papel lo llevó a ser cuarto árbitro en el choque por el tercer lugar entre Corea del Sur y Turquía.
Pasajes inolvidables...
Entre el 2000 y el 2001 llegó a la cúspide de su carrera al ser considerado uno de los árbitros con mayor prestigio en el mundo.
En ese lapso arbitró la final de los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 disputada por España y Camerún y ganada finalmente por los africanos.
Además fue designado por la FIFA para cotejos decisivos de las eliminatorias mundialistas en tres diferentes confederaciones: la asiática, la sudamericana y la centroamericana y del caribe.
Sobresalió el Irak-Irán el siete de septiembre del 2001, países que en 1990 aún eran enemigos bélicos. Ahí conoció a Uday Hussein (hijo de Saddam y entonces presidente de la federación iraquí de futbol), quien murió el 22 de julio pasado después de un operativo militar de los Estados Unidos.
También estuvo en el Ecuador-Brasil (en Quito): un momento cumbre de las clasificatoria en Sudamérica. Los ecuatorianos ganaron 1-0 y se enfilaron a la calificación del Mundial 2006.
La sala de su casa es insuficiente para albergar los incontables trofeos conquistados hasta ahora... Recibió el Silbato de Oro en el Verano 2000, Invierno 2000 e Invierno 2001 y el Citlalli como ?Mejor Arbitro? en 1999. Todos reconocimientos que le rindieron los mismos que ahora lo dejan fuera del futbol.