SALTILLO, Coah.-- De no detenerse a tiempo la sobreexplotación de los mantos acuíferos en Coahuila, podría haber un grave impacto ecológico irreversible y frenarse el desarrollo económico de la entidad, por la obligada limitación del aprovechamiento del vital líquido. Actualmente, el 48 por ciento de las principales fuentes de abastecimiento se encuentran en vías de agotamiento.
En términos globales, hay desequilibrio entre la extracción y la recarga. La primera, es de mil 014 millones de metros cúbicos al año y la segunda, es de 578.5 millones de metros cúbicos. Esto arroja un faltante de 436.2 millones de metros cúbicos anuales.
Lo anterior y lo siguiente, de desprende de una investigación que elaboró sobre la situación del agua en Coahuila, una dependencia de gobierno que pidió el anonimato. EL SIGLO conserva una copia del estudio.
AFECTACION AL VALLE DEL HUNDIDO
El citado documento menciona que la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (Conabio), menciona que el principal problema del Valle del Hundido, Cuartrociénegas, es la falta de recarga de los mantos acuíferos y la sobreexplotación de los mantos freáticos, aún antes de la llegada de los lecheros laguneros.
En cuanto a la perforación de pozos, aunque no aclara si son de los lecheros, informa que de 2001 a 2002, pese a la baja recarga, se registraron 7 pozos para agua potable y uno para uso agrícola.
Asimismo, el Plan Nacional Hidráulico 2001-2006, establece, según la investigación, que los mantos acuíferos de El Hundido se encuentran sobreexplotados.
La calidad del agua del citado valle no es buena, pero se extrae a través de 230 aprovechamientos, entre pozos y norias, con un volumen de 38.5 millones de metros cúbicos al año, para uso doméstico y pecuario.
SOBREEXPLOTACION EN LA LAGUNA
Además, el estudio establece que los mantos acuíferos más sobreexplotados son los ubicados cerca de los centros urbanos, como el caso de la Región Laguna.
En esta región, apenas hay el registro oficial de 935 pozos, aunque se considera que la cifra pudiera ser mucho mayor.
Pero lo más grave, es que la extracción es de 935 millones de metros cúbicos al año, por una recarga de 45.5 millones de metros cúbicos anuales.
Los mantos acuíferos de La Laguna son los que registran el más alto índice de elementos sólidos disueltos, los que van desde 500 a 3 mil 600 partes por metro cúbico; debido a la presencia de carbonatos.
Además en esta zona la sobreexplotación se agrava, debido a que los volúmenes de infiltración se reducen como resultado de la pérdida de las zonas de recarga y falta de fuentes de abastecimiento. Un ejemplo, es que debido a las presas ya no fluye el agua como antes a la parte baja de la región.
DAÑOS IRREVERSIBLES
Según el estudio, el desarrollo económico sin planeación y sin control, obligó a incrementar la demanda de agua en los núcleos de población más grande, lo que aunado a la falta de lluvias, mantiene al borde de la desaparición a las principales fuentes subterráneas de agua, lo que obliga perforaciones profundas para el consumo humano.
Pero también la agricultura hace uso de las aguas profundas, como el caso de la Región Laguna, donde cada vez es más escasa el agua.
De las 23 zonas geohidrológicas de Coahuila, las de la Región Laguna, Centro y Sureste del estado son las más sobreexplotadas, y sus daños son ya irreversibles.
Además de que los costos de extracción son cada vez más caros, debido a que se perfora a mayores profundidades, extrayéndose agua fósil de mala calidad, cargada de sales y otros elementos.
El abuso en la explotación del agua, ha generado diversos efectos perjudiciales, como el grave impacto ecológico al medio ambiente, al desaparecer las fuentes del vital líquido, como el río Sabinas en la Región Carbonífera, y con ellas su entorno natural.
URGE FRENAR LA SOBREEXPLOTACION
En esta investigación, se determina la urgencia de frenar la sobreexplotación del agua, ya no para recuperar lo agotado, sino cuando menos para detener su potencial desaparición y lograr equilibrio entre la extracción y la recarga.
Aunque no se proponen medidas concretas, se indica que es necesario orientar el manejo del agua hacia un uso sustentable, como la planeación del crecimiento y desarrollo industrial de los núcleos urbanos, y el cambio en los cultivos en el campo.
Se advierte, que de no limitarse la explotación del agua, la poca que vaya a quedar en un corto plazo, será necesariamente para el consumo humano, afectándose el desarrollo industrial y las actividades agropecuarias.