México, DF.- Para 2018, los ingresos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) sólo alcanzarán para el pago de pensiones de los trabajadores sindicalizados de ese organismo, de acuerdo con el Grupo de Economistas y Asociados (GEA).
Mucho antes de eso, la capacidad de atención médica y las posibilidades de inversión del Instituto Mexicano del Seguro Social se verán gravemente afectadas en caso de que no se transforme el régimen de pensiones del organismo, ya que los pasivos contingentes por este concepto podrían ?ahogarlo? en poco más de una década.
En un estudio, la agrupación de economistas se refirió a la aceptación de las autoridades del IMSS y la Secretaría del Trabajo de posponer la discusión sobre el régimen de pensiones del organismo hasta marzo de 2004, ante la reciente amenaza de una huelga por parte de los trabajadores sindicalizados.
?Con ello, no sólo se perdió una gran oportunidad de otorgarle un respiro financiero al principal organismo de seguridad social en el país: se socavó también la ya muy mermada credibilidad de las autoridades?, consideró el Grupo de Economistas y Asociados.
En el artículo ?Derrota en el IMSS?, refirió que la disputa entre el sindicato y las autoridades del Instituto se centra en dos temas: la antigüedad requerida para que un trabajador se haga acreedor a una pensión y la edad de jubilación. Los acuerdos contractuales vigentes le permiten a un trabajador retirarse con una pensión cercana o hasta superior a su último sueldo tras 28 años de trabajo o a los 60 años. La propuesta de las autoridades del Instituto Mexicano del Seguro Social buscaba aumentar a 35 años la antigüedad mínima y a 65 años la edad de jubilación, anotó.
Señaló que el problema de pasivos contingentes rebasa al Instituto Mexicano del Seguro Social, ya que la deuda implícita del ISSSTE se estimaba en 1997 en 120 por ciento del Producto Interno Bruto. En Petróleos Mexicanos los pasivos contingentes son del orden de 200 mil millones de pesos (mdp), en la Comisión Federal de Electricidad ascienden a aproximadamente 85 mil mdp y en la compañía de Luz y Fuerza del Centro a 40 mil mdp. En total, el déficit actuarial del sector público equivale aproximadamente a cinco veces los pasivos asumidos durante el rescate bancario, añadió.
Por ello, la negociación en el Instituto Mexicano del Seguro Social tenía una relevancia extraordinaria, ya que estaba a prueba la voluntad del gobierno de sanear las finanzas de la principal institución de seguridad social del país y su credibilidad en el tema de la indispensable reforma a las pensiones de los servidores públicos.
No obstante, las autoridades cedieron ante la amenaza de una huelga y con ello posiblemente pospusieron de manera indefinida una solución a los problemas financieros del Instituto Mexicano del Seguro Social, consideró.
Además, enviaron un mensaje a las organizaciones sindicales involucradas en el tema (FSTSE, SME, STPRM, STUNAM) de que la mera posibilidad de un paro puede ser suficiente para posponer una reforma.
?Este gobierno o el que le siga va a tener que decidir entre dos opciones malas: enfrentar un agudo conflicto con gran parte del movimiento obrero o resignarse a finanzas públicas severamente restringidas y, posiblemente, al colapso de las instituciones de seguridad social?, finalizó.