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México, DF.- El Consejo Mexicano de Porcicultura (CMP) denunció que persiste el daño a la producción nacional de cerdos y sus derivados, que de no resarcirse pone en riesgo la viabilidad del sector, aunque reconocieron los esfuerzos de la Secretaría de Economía (SE) al establecer la norma mexicana al jamón.
Carlos Ramayo, presidente del CMP, explicó que el efecto de las ventas con precios por debajo del costo de producción en Estados Unidos de abril del 2002 al mismo mes del 2003 -que en promedio fue de 4.96 centavos de dólar por libra-, se reflejó en el mercado mexicano con mayores incrementos en las importaciones y menores precios reportados.
Esto, dijo, es reflejo del aumento en los inventarios (productos a la espera de ser vendidos) de cortes de bajo valor en Estados Unidos como fue la pierna de cerdo en cerda, los cuales son superiores en 55 por ciento a los reportados un año antes.
Esta sobreproducción provocó la baja en los precios y con ello motivó aún más las importaciones mexicanas de este producto.
Así, las importaciones totales respecto del consumo nacional aparente comercial pasaron de 13.7 por ciento en 1998 a 24.5 por ciento en el 2002, acusó el Consejo Porcicultor.
Entre los efectos en la producción nacional resalta la reducción en 3.5 por ciento de la producción nacional de carne de cerdo en canal en 1998-1999 a 1.1 por ciento en 2001-2002.
Siempre de acuerdo a los datos del CMP, el valor de la producción de carne de cerdo en canal se redujo 6.7 por ciento en el periodo 2001-2002.
Por otra parte, Ramayo comentó que con la norma mexicana al jamón, establecida por la Secretaría de Economía, se dará una ?regulación mayor? a la importación de carnes, en particular los relativos a las piernas traseras de cerdo y las piernas de pavo.
Dijo también que se mantiene en pie la lucha del sector en cuanto a las importaciones de cerdo en pie, pues el daño al sector productivo mexicano persiste por las elevadas importaciones que se siguen haciendo.
Criticó la ?insensibilidad? de la Secretaría de Economía al no reconocer la afectación a la producción nacional. ?Están dando una interpretación que no coincide con la de los productores, porque el daño se mantiene?, abundó.
Son visiones ?sesgadas? porque las cifras no coinciden, pues mientras las autoridades en materia comercial desestiman el caso, los productores mexicanos siguen resintiendo dificultades en sus granjas, dijo Ramayo.
Recordó que los productores dejaron de importar cerdo en pie y comenzaron a importar carne de cerdo, le dieron la vuelta a la cuota, además de que también bajo del precio de importación.
Aclaró que con la norma mexicana al jamón, publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), se reconoce que el jamón de pavo debe estar elaborado con muslo de pavo para estar en condiciones de competencia equilibrada respecto del mercado de Estados Unidos.
?Ahora no pueden exportarnos cualquier producto residual, pues tendrá que ser -por norma- muslo de pavo. En cuanto al jamón de pierna, éste deberá ser estrictamente? de pierna trasera de cerdo?, apuntó.
En la norma establecida se aceptan dos conceptos adicionales; jamón de cerdo y pavo (55 por ciento cerdo y el resto pavo) y jamón de pavo y cerdo (55 por ciento de pavo y el resto de cerdo).
Con la incorporación de estos dos conceptos se da cabida a la utilización de carne de cerdo en este tipo de mezclas que en el pasado no se aceptaba, pero que se comercializaba como tales.
Ramayo aceptó que con la norma nueva se regula en forma más estricta el mercado y, al mismo tiempo, se permite la introducción de productos, pero con especificaciones claras y todo en beneficio del consumidor.
Puntualizó que las normas sobre los jamones de cerdo y pavo, las importaciones diferentes como las pastas y trozos (parte de pierna, muslo, ala y pescuezo) de ave se limitarán a la elaboración de embutidos diferentes a los jamones.