MATAMOROS, COAH.- En tiempo de lluvia, en las calles del ejido Santo Tomás se forman pantanales que ocasionan grandes problemas al tráfico vehicular y a los peatones. Es una comunidad con más de siete mil habitantes que dice estar decepcionada por la apatía que muestra la administración actual para resolver ese problema.
Velia Morales Cázares, integrante del Comité de Obras Sociales de esta comunidad, recuerda que durante más de 15 años la comunidad ha venido solicitando apoyo para la pavimentación, “aquí siempre han existido necesidades que poco a poco se han resuelto, pero la pavimentación está frenada porque no hay la infraestructura necesaria para la introducción del drenaje”.
En una recorrido que El Siglo de Torreón realizó en la comunidad, constató cómo es que los pobladores de Santo Tomás enfrentan el problema.
La mayoría se ve en la necesidad de instalar una tabla que es colocada de la puerta principal de sus casas hasta un espacio firme, pues de lo contrario tendrían que caminar entre un cúmulo de agua enlodada. Pocos usan botas de hule, pero otros, como Angelita López Cazales, una joven ama da casa, dice que está acostumbrada y mete sus zapatos al lodazal, “pero procuro ponerme los más viejitos”.
Las pocas unidades motrices que circulan por las calles de esta comunidad, contribuyen a engrandecer el problema, ya que a su paso las llantas dejan marcado un camino encharcado. Según los vecinos, es común que los automóviles se atoren, “y luego ahí están los hombres sacándolos del fango con palos o con lo que tienen a la mano”, dice sonriente Angelita, a quien parece causarle gracia esa situación.
Antonia Silva Vázquez, esposa de Guadalupe Venzor Nungaray, presidente del comisariado ejidal comenta que según su esposo, “Eduardo Olmos en una de sus visitas, se comprometió a gestionar ante los gobiernos estatal y municipal la obra del drenaje...pero ojalá no sean puras promesas”.
Por su parte Velia sostiene que hay una pequeña cantidad de dinero en una institución bancaria en Torreón para ayudar al municipio para la obra del drenaje, “es que en otra administración ejidal, también dentro de un comité, los integrantes acudimos a cada vivienda a pedir un apoyo de cinco pesos, antes la gente sí cooperaba y las personas lo daban de buena gana, ahora no es así. Están cansado porque no ven nada claro”, dice mientras recorre con su mirada el panorama se presenta a su paso.
Velia argumenta que al parecer este ejido y otros dos más, están en la lista de las obras prioritarias que contempla el Ayuntamiento, “pero como dijo Santo Tomás, hasta no ver no cree” y ríe ante su comentario.
VAN POR EL “MOCHE”
Los pobladores del ejido Santo Tomás ven con desagrado que la presencia de los elementos de la Dirección de Seguridad Pública se presenten:
· Después de que un disturbio pasó y dejó consecuencias desfavorables.
· Solamente se les ve cada ocho días cuando van a recibir “el moche” por parte del Comité de Gestión Social encargado de la venta de cerveza.
· Que los rondines no los dan con la frecuencia que la población requiere.
· Critican el trato despótico y prepotente de algunos elementos de la DSPM.
FUENTE: INVESTIGACIÓN DE EL SIGLO DE TORREON.