San Antonio, (Notimex).- Salvador Martínez González, el indocumentado mexicano que trabajó en la Casa Blanca e incluso se fotografió con el ex presidente William Clinton, fue sentenciado a 10 meses de cárcel por utilizar documentos falsos para ingresar al país.
El juez federal Keith P. Ellison impuso la sentencia en una corte de Laredo, Texas, luego de que el pasado 14 de febrero, Martínez González se declarara culpable de los cargos.
El indocumentado de 30 años de edad, despertó la atención en Estados Unidos cuando se conoció en diciembre pasado que había sido fotografiado con el ex presidente William Clinton y después con el actual vicepresidente Dick Cheney en terrenos de la Casa Blanca.
La detención de Martínez a principios de diciembre del 2002 puso en evidencia las fallas de seguridad en la Casa Blanca, en una época en que se elevó la seguridad de la nación tras los ataques del 11 de septiembre del 2001. El inmigrante mexicano trabajaba en forma ilegal para la compañía HDO Productions Inc., que coordina los eventos en el exterior de la Casa Blanca, y su estatus como indocumentado debió haber sido detectado por el Servicio Secreto.
Martínez fue descubierto el pasado 2 de diciembre en el Puente Internacional 1 de Laredo, cuando entregó documentos falsos a un inspector del entonces Servicio de Inmigración y Naturalización, en los que se identificaba como Kelvin Rodríguez Alcia de Puerto Rico.
En febrero pasado Martínez reconoció ser culpable de hacer uso de un pasaporte y una acta de nacimiento falsas.
En su declaración de culpabilidad, Martínez explicó como fue que sin documentos legales llegó a tener un empleo e ingresar incluso de forma repetida a los terrenos de la Casa Blanca, sobrepasando la seguridad presidencial.
El mexicano declaró que había sido empleado de HDO Productions durante dos años. La compañía poseía un contrato con la Casa Blanca para proporcionar sillas, mesas y toldos para los eventos públicos que se efectuaban en los jardines de la residencia presidencial.
En diciembre pasado Martínez viajó a la frontera de Laredo para encontrarse con su madre, que trataba de solicitar un permiso para viajar al interior de Estados Unidos.
El inmigrante, quien esperaba en su automóvil estacionado en el lado estadunidense a que su madre terminara con el trámite, se desespero y decidió caminar hacia el puente internacional donde fue detenido.
Los inspectores de inmigración comenzaron a sospechar cuando les informó que era de Puerto Rico y no logró responder ninguna pregunta sobre lrafía de la isla.
Martínez finalmente reconoció que compró documentos de identificación falsos en el estado mexicano de San Luis Potosí.
El indocumentado mexicano podría haber recibido una pena mucho mayor de hasta 10 años de prisión pero el juez Ellison tomó en consideración a favor del acusado su decisión de aceptar su responsabilidad en el ilícito.