GÓMEZ PALACIO, DGO.- Su hija le hablaba en sueños. Don José Alanís terminó con los casi 12 años de angustia, al fin encontró a su hija “desaparecida”: Estaba enterrada en el patio de su casa, lugar donde vivió con su esposo, quien desde 1992 emigró al sur del país.
Don José nunca perdió la esperanza de encontrar a su hija Rita Alanís Ontiveros de 22 años, dijo que entre sueños le pedía que la buscara, por eso se animó a entrar a la casa donde la vio por última vez, el número 414, de la calle Francisco Sarabia, en la zona centro de la ciudad.
Armado con una pala, José Alanís Hernández de 62 años, entró a la finca, escarbó en el baño y nada, escarbó a la mitad del patio y nada, al final, junto a una higuera, estaban los restos de su hija, junto a sus manos, un carrete de cinta adhesiva.
El esqueleto estaba casi completo, a simple vista no se apreciaban huellas de lesiones graves, junto a los huesos, se encontraba el vestido negro de Rita y la ropa interior del mismo color. Las prendas las usó por última vez cuando acudió a una posada el 30 de noviembre de 1991, de la cual nunca “volvió”.
La casa del joven matrimonio es propiedad de los suegros de Rita, por eso don José no consideró la posibilidad de revisar la casa luego de la desaparición.
En la agencia del Ministerio Público, Óscar Menchaca Lara informó que efectivamente, Rita Alanís fue reportada como desaparecida por su madre María del Consuelo Ontiveros Pargas, el tres de diciembre de 1991.
Sospechan del marido
Después de la desaparición de Rita, su marido Guillermo Vidal Serrano vivió seis meses con sus suegros y su hijo de dos años. En los primeros días les “confesó” que su mujer tenía una relación extramarital y temía que decidiera prolongarla haciendo vida aparte.
Al paso de medio año, Guillermo decidió dejar a sus suegros e irse a probar suerte a otra parte, hace cinco años que los suegros lo vieron por última vez y se enteraron que trabajaba en Cancún, Quintana Roo.
El supuesto abandono de Rita quedó asentado en una carta escrita de su puño y letra, en ella señalaba que abandonaría a su familia, pero no decía con quién se iría, tampoco tenía fecha. Para el Ministerio Público es difícil determinar si la mujer fue obligada a escribir el texto.
Inician la investigación
Con la información proporcionada a la agencia del Ministerio Público por el padre de la infortunada joven, se logró determinar que en vida trabajó como cocinera en el hotel Posada del Río y la fiesta fue organizada por sus compañeros de trabajo.
Óscar Menchaca señaló que también falta contactar a su amistadas para ver si conocían de la vida extramarital de la joven y saber si tenía problemas con su marido.
Sobre las posibles causas de la muerte, Menchaca Lara dijo que pudo ser por ahorcamiento, por asfixia o hasta de un balazo que no lesionara los huesos. “Tenemos que esperar el dictamen”, comentó.
Existe el interés para solicitar el apoyo de la Procuraduría General de Justicia de Quintana Roo para ubicar al marido de Rita Alanis Ontiveros y deslindar responsabilidades.
A la par se deben revisar los archivos para analizar la declaración de Guillermo Vidal ante la denuncia presentada por la desaparición de su esposa.
Delito vigente
El caso de la osamenta de la joven “desaparecida” hace 12 años puede ser un parricidio, según el Código Penal, el delito aún no prescribe.
El artículo 266 del Código Penal del Estado de Durango, en su segundo apartado, en resumen señala una pena de 20 a 30 años de prisión, a la persona que dolosamente prive de la vida a su cónyuge. La media aritmética señala 25 años de condena y apenas se cumplirán 12 años desde los hechos.
FUENTE: Subprocurador de Justicia