01 de diciembre de 2003
Naciones Unidas, (EFE).- Un agente de seguridad de la ONU, Michael Halton, de 41 años, fue encontrado hoy muerto en la sede de la organización con un disparo en la cabeza, incidente que es investigado en colaboración con la policía de Nueva York y el FBI.
Según explicó a la prensa el jefe de seguridad de la ONU, Michael McCann, el cuerpo fue encontrado por dos de sus compañeros, poco antes del mediodía, en una sala de la tercera planta del edificio donde se encuentra la Asamblea General.
El cuerpo estaba en una de las salas que suele utilizar el personal de la ONU para almorzar, recostado en uno de los sillones de una de las habitaciones del edificio, con un sólo disparo en la cabeza, y con el arma junto a su pierna.
McCann eludió precisar si se trata de un suicidio, como apuntan los indicios, o de un homicidio, dado que las circunstancias están siendo investigadas por el propio servicio de seguridad de la ONU, en estrecha colaboración con la policía de la ciudad de Nueva York y el FBI.
Sí dijo que junto al cuerpo no se ha encontrado ninguna nota escrita o declaración de Halton, que pertenecía desde hacía 16 años a la organización.
Michael Halton, de nacionalidad estadounidense, casado y con dos hijos, entró a trabajar esta mañana con normalidad, sobre las 8:45 horas, lo que hace suponer que murió poco antes de ser encontrado.
El jefe de seguridad de la ONU lo calificó de un "estupendo oficial", además de ser "una persona muy positiva y educada".
Insistió además en que todos los agentes de seguridad de las Naciones Unidas son personal cualificado y tienen la licencia necesaria para portar armas de fuego.
En un principio, una vez descubierto el cadáver, la ONU no quiso facilitar detalles del fallecido, para preservar la intimidad familiar.