AGENCIAS
HONG, KONG, CHINA.- Los científicos de Hong Kong anunciaron ayer el hallazgo de una proteína que protege a las células humanas del Síndrome Agudo Respiratorio Severo (SARS, por su siglas en inglés), pero advirtieron que aún hacen falta más estudios antes decir que se encontró una cura.
Un equipo del Departamento de Microbiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Hong Kong reveló en rueda de prensa que comprobaron que cierto tipo de péptido protegió a las células vivas contra la infección del coronavirus, causante del SARS.
Ese péptido está compuesto por grupos de aminoácidos y se emplea para contener la propagación del SIDA.
El descubrimiento se encuentra en fase preliminar y los expertos realizarán ahora experiencias con animales, para ver si el comportamiento se mantiene.
El grupo de científicos está formado por microbiólogos y virólogos, a los que se ha unido el doctor David Ho, director de investigadores el Centro de Investigación del Sida Aaron Diamond de Nueva York (Estados Unidos).
Ho indicó que este virus, que ellos identifican por SARS-Cor, ataca a las células humanas de una manera similar a como lo hace el SIDA.
“No estamos diciendo que esta es la droga para tratar pacientes (de neumonía atípica) mañana o en un mes”, subrayó Ho, y aclaró que lo que dicen es que ese es el camino para encontrar una cura para esta nueva enfermedad de la que todavía se sabe muy poco.
Un estudio del Instituto del Genoma de Singapur difundido el jueves pasado apuntó que el coronavirus no muta con la rapidez de otros virus de su mismo grupo.
Esto quiere decir que la esperanza de los científicos de que cambie en una forma más benigna para el ser humano es poco probable, pero esta estabilidad, sin embargo, favorece el hallazgo de una cura universal.
Otros interrogantes que presenta este caso es cuánto tiempo vive el organismo, porque cultivos de laboratorio han demostrado que puede ser activo al menos 21 días, y si se convertirá en una enfermedad endémica, como la gripe.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó el primer caso de esta neumonía atípica en la provincia china de Cantón en noviembre de 2002.
Un médico de allí introdujo la enfermedad en Hong Kong a finales de febrero y desde entonces se ha propagado por todo el mundo hasta dejar 7.459 infectados y 534 muertos.
Esta es la versión oficial de la OMS, pero China ha empezado a hacer circular este fin de semana que la epidemia entró en su territorio desde la antigua colonia británica.
Según informó ayer la radio honkonguense, funcionarios chinos afirmaron que el primer caso en Cantón fue una persona de 80 años que acababa de regresar de una estancia de un mes o más en Hong Kong.
La OMS dio la alerta mundial el 12 de marzo y estableció once laboratorios en nueve países con la misión de descubrir un tratamiento y una vacuna.
La situación más grave la presentan en estos momentos la propia China (5,040 casos de los que 240 fallecieron) y Taiwán (184/18), donde aún no se ha logrado localizar y controlar la fuente de infección, según dijo este fin de semana la OMS.
Hong Kong ha logrado reducir significativamente sus estadísticas y sólo ha tenido cuatro nuevos casos y tres muertos en las últimas 24 horas, según el parte del domingo que deja el total en 1,684 casos y 215 fallecimientos.
Singapur (205/27) va camino de poder decir, quizá este mismo mes, que controla la situación y que ha vencido al “enemigo invisible”.
Filipinas (10/2), Indonesia (2), Malasia (7/2) y Tailandia (7/2), los otros países de la zona afectados, presentan un panorama estable casi inalterable, como es un caso nuevo en territorio malasio este fin de semana.
Vietnam se convirtió a finales de abril en la primera nación en controlar la epidemia, después de haber sido una de las primeras afectadas.