LIMA (AP).- Con pocas esperanzas de encontrar sobrevivientes, brigadas de rescate comandadas por la Fuerza Aérea partieron este sábado hacia una montaña escarpada en la selva, contra la cual chocó hace dos días un avión de la aerolínea TANS con 46 personas a bordo.
"Lamentablemente ha habido un impacto directo en el cerro Coloque", dijo el ministro de Transportes Javier Reátegui en rueda de prensa en una base aérea en Lima.
"Los restos están esparcidos entre 200 y 400 metros. Eso hace prever que es difícil que haya alguien con vida", agregó.
El avión Fokker F-28 de la aerolínea estatal TANS fue divisado esta mañana, casi 48 horas después de su desaparición, en un cerro a 16 kilómetros al noroeste de la ciudad selvática de Chachapoyas, por un equipo de búsqueda a bordo de un helicóptero del Ejército, según detalló Reátegui.
El ministro señaló que la aeronave se estrelló contra el cerro de 3.500 metros, a una altura de 3.000 metros, y que la fuerza del impacto indica que "no hay signos de vida".
"Aparentemente el avión está destruido", dijo horas antes el jefe del comando de búsqueda el coronel de la Fuerza Aérea Juan Rodríguez Chirinos, al informar del hallazgo de la nave.
La aeronave desapareció la mañana del jueves, tras realizar el piloto el último contacto con la torre de control apenas tres minutos antes de aterrizar en Chachapoyas, a 650 kilómetros al norte de Lima.
El avión partió desde la ciudad costera de Chiclayo con destino a Chachapoyas con 42 pasajeros y cuatro tripulantes.
Entre los pasajeros había ocho niños y seis extranjeros: una pareja de belgas, dos holandeses, una española y un ciudadano cubano, según voceros de TANS.
David Reina Noriega, jefe del Cuerpo General de Bomberos del departamento de Amazonas, comentó que hallar "gente con vida es casi imposible".
Reveló en una entrevista televisiva que una brigada de bomberos halló el viernes por la tarde huellas del tren de aterrizaje del avión sobre los árboles en una zona frente del cerro con el que chocó el avión.
"Creo que el impacto debe haber sido tremendo, las huellas que nos da el tren de aterrizaje significa que allí (la nave) hizo un primer contacto y el avión se habría desplomado contra el cerro Bolorge", declaró.
Reátegui dijo que 12 rescatistas de la Fuerza Aérea, 18 rescatistas de la Policía y 9 lugareños ya se encuentran en la zona del accidente. Además indicó que cuentan con el apoyo de tres helicópteros.
El ministro del Interior, Gino Costa, informó por su parte, que la operación de rescate va a ser ardua.
"Es una zona muy escarpada, la labor de rescate va a ser lenta y difícil, entendemos que hace mucho frío en la zona", explicó. "No estamos en condiciones en este momento de informar cuánto va a demorar esta labor".
Las operaciones de búsqueda por aire del avión estuvieron paralizadas durante gran parte del viernes debido a la espesa neblina y lluvias que impedían a cuatro helicópteros de rescate sobrevolar esa zona de selva alta, muy agreste y accidentada.
El jueves, cuando el avión efectuó su último vuelo, las condiciones climáticas aparentemente eran buenas, pero imágenes satelitales revelaron posteriormente la presencia de densos bancos de niebla sobre los cerros que obstaculizaban la visibilidad.
Pese a la inclemencia, tres brigadas terrestres, conformadas por 12 hombres cada una, partieron hacia las montañas buscando "a ciegas" el avión, dijo el coronel Rodríguez.
Los rescatistas se orientaban en base a la información proporcionada por lugareños de localidades cercanas que afirmaron haber visto al avión volando a baja altura o haber escuchado un gran estruendo.
El terreno agreste y el clima de las montañas en Perú son a menudo los principales obstáculos que enfrentan los equipos de búsqueda y rescate.
En 1987, los rescatistas se demoraron 10 días en ubicar un avión con 46 personas que cayó cerca al poblado de Saposoa, a unas 144 kilómetros al sudeste de Chachapoyas.
TANS empezó a operar vuelos a Chachapoyas en octubre. Cercana a la ciudad se encuentra la imponente fortaleza de Kuélap, destino turístico muy popular.