POR MARÍA ELENA HOLGUÍN
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Con cada apagón, aumenta la preocupación de los torreonenses porque sus aparatos eléctricos dejen de funcionar o sufran desperfectos; son instantes que suelen dejar secuelas por las que se ha llegado a prescindir de una computadora, un televisor o un refrigerador.
El problema es mayor cuando se registran lluvias, tolvaneras o fuertes vientos que, casi como una característica de esta región, van aparejados con la interrupción del suministro de energía eléctrica en viviendas, comercios e industrias.
Es entonces cuando la línea de servicio telefónico de la Comisión Federal de Electricidad se satura y no hay quién dé una pronta solución a quienes se quedaron en penumbras.
El oriente de la ciudad es el sector donde se presentan apagones con mayor frecuencia, debido a que es ahí donde se concentra el grueso de la población y, por lo tanto, una mayor demanda del servicio.
Según la Procuraduría Federal del Consumidor, es mínimo el número de quejas derivadas de la interrupción repentina del servicio y una consecuente falla en los aparatos eléctricos.
El subdelegado de la dependencia, José Armando García Triana, indica que se recibe un promedio de 120 quejas al año en contra de la CFE; la gran mayoría de estas inconformidades se deben a los altos cobros en los recibos de consumo.
Un promedio de diez quejas corresponden a casos en los que los usuarios del servicio resintieron fallas en sus aparatos luego de un apagón y recurren a la Profeco para que intervenga entre éstos y la paraestatal.
Al decir del funcionario, el 99 por ciento de las denuncias son resueltas en forma satisfactoria y considera que aunque el servicio de energía eléctrica es uno por los que se recibe una mayor cantidad de quejas, no es considerable tomando en cuenta el número de usuarios, que es por el orden de los 250 mil, aproximadamente.
“La red está en la calle”
De acuerdo con lo expuesto por el superintendente de la Zona Torreón de la Comisión Federal de Electricidad, Rodolfo Alcalá Moya, la red eléctrica está expuesta a sufrir diversas fallas desde el momento que está en la calle, aunque todas éstas son involuntarias de parte de la dependencia.
Las interrupciones del servicio se atribuyen a diversas causas, desde las deficiencias que comienza a presentar un equipo que ya alcanzó su período de vida útil, hasta actos involuntarios como accidentes y factores climáticos. Razones aparte son las interrupciones programadas para reparar o brindar mantenimiento a las líneas, lo cual se puede evitar en la medida que se emplean equipos más modernos y sofisticados con los que se pueden atender las correcciones con la línea energizada.
Al decir del encargado de la Zona Torreón de la CFE, la mayor parte de las interrupciones del servicio de energía eléctrica se registran en el oriente de la ciudad, debido a que es en ese sector donde la densidad de población es mucho mayor, lo que influye de alguna manera en el problema.
Las líneas que se localizan en una calle muy transitada, están mucho más expuestas a que registren daños por accidentes vehiculares, lo que llega a ocasionar el perjuicio a una cantidad considerable de usuarios.
Rodolfo Alcalá asegura que aunque el equipo está preparado para soportar la carga derivada de una fuerte demanda del servicio en el oriente de Torreón, las posibilidades de fallas se incrementan. A sabiendas de esta situación, la paraestatal refuerza las labores de mantenimiento en las colonias de este sector.
La ocurrencia de fallas se hace mucho más frecuente los fines de semana, en que hay un aumento en el número de accidentes automovilísticos en los que líneas eléctricas se llegan a ver afectadas; otro factor de aumento de quejas es cuando se presentan las típicas tolvaneras de esta región, “lo que más molesta a las líneas aéreas es la intensidad de los vientos”, asegura el funcionario, sin dejar de mencionar los actos de vandalismo (colgar objetos) en perjuicio de las redes, registrados principalmente en colonias populares de estrato social bajo.
Según el funcionario, la mejor arma contra todo ello es el mantenimiento preventivo, reforzando las redes que están demasiado viejas o cambiando los postes que presentan un marcado deterioro, además de una inspección permanente.
Dos o tres meses previos a las temporadas de lluvias o vientos, se realiza el mantenimiento preventivo de las redes eléctricas, independiente del mantenimiento correctivo que se brinda las 24 horas del día, en atención a cualquier contingencia.
Una falla repetitiva en determinado transformador o sector, hace necesario establecer un control que antecede a la corrección definitiva del problema.
Según el superintendente de la CFE, más que focos rojos (los cuales se atienden de forma inmediata como prioridad), existen muchos focos amarillos en los que se hace inminente una revisión minuciosa y enseguida un mantenimiento integral de toda el área, cuando las deficiencias comienzan a ser frecuentes.
Respecto de la capacidad para atender la demanda de nuevos usuarios, el funcionario de la CFE asegura que con ese fin se elaboran planes de crecimiento para los cinco o diez años siguientes; de esta forma se pueden determinar cuáles serán las necesidades a futuro y preparar la infraestructura.
La restricción económica que se vive en todo el país, de alguna forma ha detenido los proyectos de nuevas inversiones en el ámbito industrial y por lo tanto, de nuevos usuarios a gran escala.
La CFE ante dos problemas:
tarifas y rezago
El sector industrial del país se subdivide en tres tipos de usuarios de la energía eléctrica: las de alta tensión, empresas que cuentan con su propia subestación y para lo que se tuvo que efectuar una previa inversión por medio millón de dólares; las que demandan mediana tensión, es decir aquéllas que ceden en propiedad de la CFE una subestación, así como las que disponen del servicio de baja tensión (micro y pequeña industria).
En este último segmento se ubica el 80 ó 90 por ciento de la industria nacional además del sector comercial, por desgracia los que resienten un mayor incremento en las tarifas y las deficiencias del servicio en la misma medida en que lo son los usuarios de tipo doméstico.
Fernando Madero Ruiz, presidente de la Delegación Torreón de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación considera que la CFE está ante dos grandes problemas que requieren de una solución en el corto plazo: las tarifas poco competitivas y rezago en inversión.
En este sentido, dice que a diferencia de los usuarios de baja tensión, las industrias que requieren de las mayores cantidades de energía para operar no tienen quejas y es en este rubro en el que las tarifas sí son competitivas a nivel internacional.
Entre los usuarios de baja tensión, persisten consumos por los que hay que pagar elevadas cantidades y es donde la paraestatal pretende castigar cobrando más a quienes más tienen para subsidiar a los que cuentan con menos recursos.
El rezago ha sido provocado porque en los últimos diez años el Gobierno Federal, pensando desde entonces en la posibilidad de recurrir a la inversión privada, fuese nacional o extranjera, descuidó la atención a las plantas y únicamente se concretó a brindar un mantenimiento emergente.
Esta situación ha provocado que muchas plantas generadoras de energía hayan caído en la obsolescen-cia y tengan problemas constantes para suministrar el insumo.
“La demanda de los industriales es que México cuente con precios de energía eléctrica que sean competitivos y que se garantice un suministro confiable, sin que la CFE llegue a convertirse en un monopolio privado”, expresa.
El líder de los industriales asegura que la automatización de las industrias recae en una mayor dependencia de los insumos, entre éstos la energía eléctrica; otro problema en la generación de energía es que casi toda la que se planea para producir se basa en el gas natural, siendo que nuestro país es deficitario en ello porque no se tiene la capacidad instalada para producirlo, limpiarlo y comprimirlo.
Más que una reforma eléctrica, falta una reforma energética que oriente los esfuerzos de la producción eléctrica a recursos con que cuenta México, sin dejar fuera la exploración de otros métodos de generación de energía como la atómica, que es cara y riesgosa por intereses que tienen puestos sus ojos en el petróleo del mundo.
El nivel de reservas de energía es agotado, de tal forma que debe constituir una prioridad para la nueva legislatura que se dispone a discutir temas relacionados con la reforma fiscal, hacendaria y laboral, pues en el futuro inmediato las empresas nuevas no podrán instalarse si no hay una garantía de que contarán con el insumo de manera confiable.
Ahorro
El programa “Ahorra Así”, de la Comisión Federal de Electricidad, permitirá el ahorro económico a mediano plazo a los usuarios, por medio de diferentes planes de financiamiento, anunció Miguel Ángel Arce Reyes, coordinador regional del Fideicomiso No. 728 Fipaterm Norte.
El objetivo, explicó, es inducir el uso racional de energía eléctrica, es decir, que el usuario conozca la posibilidad de tener el mismo confort con menos consumo de energía. Es un negocio de ganar-ganar. “El usuario gana porque consume menos y la CFE porque genera menos energía”.
El programa de “Ahorra Así”, explica, es un diseño de la CFE dedicado a usuarios de alto consumo de energía eléctrica, que en la Región Lagunera son de más de 500 kilowats/horas por mes y deben ser ayudados a disminuir su consumo, para lo cual la paraestatal implantó varios esquemas con el propósito de financiarlos.
“Una medida es aislar térmicamente el techo de la casa. En un día solar medio, el 70 por ciento del rayo solar cae sobre el techo de la casa, el 30 restante sobre los muros, ventanas y puertas que dan al lado sur, lo que hace que en un día de temperatura con 40 grados, el techo llega a 75 grados, en tanto que el interior a 53, lo que causa que al prender el aire, el que recibe el mayor beneficio es el techo y hasta que alcanza casi la temperatura ambiente, llega el confort a los moradores”.
Una casa aislada térmicamente, asegura, se enfría más rápido en el verano y se calienta más pronto en el invierno, lo cual significa que va a usar menos energía eléctrica y menos gas.
Dice que no resulta caro, pues el ahorro es casi el pago que se va a tener por el préstamo, generalmen-te 120 metros cuadrados es un importe de 12 mil 540 pesos, que se pagan durante los 24 bimestres
El segundo programa es sustituir el refrigerador, que gasta mucha energía eléctrica y ahora los que se fabrican con el sello FIDE (Fideicomiso para el desarrollo de una cultura de uso racional de energía eléctrica), ahorran energía.
“Un refrigerador que ahorra energía, de las nueve y media de la noche a las seis del día siguiente, cuando mucho trabaja una hora y cuarto, ya que es cuando menos se abre y cierra la puerta”.
Los interesados pueden solicitar información en los módulos instalados en las oficinas de la CFE, o en las del Fideicomiso 728 Fipaterm Norte, localizadas en avenida Juárez 3109 oriente, al teléfono 720-25-10 ó 720-25-12
Otro programa es el de los focos, a través de un convenio de FIDE con el Gobierno del Estado de Coahuila, consistente en suministrar 400 mil focos para sustituir los de luz incandescente por los de luz fría. “Una lámpara de 23 watts da un nivel de iluminación mayor que un foco incandescente de 100 watts, que representa un ahorro de 73 por ciento”.
Finalmente, dijo que el otro programa es el de sustitución del aire acondicionado, ya que también consume mucha energía eléctrica, el cual podrá ser remplazado con equipos de la misma capacidad, pero que requieren de menor energía.
CIFRAS
· El presupuesto que la CFE destinado al mantenimiento, está programado para atender las líneas cada cinco años; esto significa que anualmente sólo se cubre un 20 por ciento del total de la red.
· En condiciones normales, un poste de luz tiene un período de vida útil hasta por 30 años.
· Anualmente, se registra un crecimiento de hasta el seis por ciento en la cantidad de usuarios de energía eléctrica.
· Según la Profeco, sólo se recibe un promedio de diez quejas al año por fallas en aparatos eléctricos, tras un apagón.
· Los usuarios de baja tensión son quienes están más propensos a las interrupciones no programa-das.
· El 80 ó 90 por ciento de la industria es afectada por las constantes fallas del servicio.
FUENTE: INVESTIGACIÓN EL SIGLO DE TORREÓN