POR JAVIER PRIMITIVO GONZÁLES MURUATO
EL SIGLO DE TORREÓN
SAN PEDRO, COAH.- Los 22 internos del Centro de Readaptación Social (Cereso) enfermos de hepatitis “C”, no serán liberados hasta en tanto purguen su condena por los delitos que los llevaron a prisión, declaró el nuevo director del penal, José Francisco Gómez Gómez.
En relación a la petición de los familiares de los internos afectados por la hepatitis, en el sentido de tramitar su preliberación para poder atenderlos de mejor forma, el director dijo en entrevista que no procede esa petición.
Respecto a los otros 100 reclusos que no han sido examinados para conocer cuántos más padecen esa enfermedad, dijo que no pueden ser obligados y están en todo su derecho de no saber si están infectados.
Con menos de 30 días en el cargo, Gómez Gómez aseguró que no hay consumo de drogas al interior del penal, aunque reconoció que no ha solicitado ningún cateo por parte de la Procuraduría General de la República, la Policía Ministerial o Preventiva Estatal. “Me consta, yo he estado dentro del Cereso y no he visto nada anormal o sospechoso, además que los custodios realizan cateos en forma sorpresiva”.
Lo primero, dijo, es prevenir que no se meta droga y si sucede, “sobre aviso no hay engaño. Yo consignaré a quien sea, sea personal mío, familiares o quien sea”.
El contagio
Como se informó en su oportunidad, el contagio de la hepatitis “C” se dio dentro del Cereso por utilizar una misma jeringa para drogarse y como resultado falleció en julio de 2002 el joven Ismael Medina Martínez, además de haber sido detectados 25 enfermos más de 29 reclusos examinados, quienes hasta el momento permanecen todavía asintomáticos (dos fueron transferidos a Monclova y uno a Torreón).
Tras enfatizar que permanecerá en la Dirección del penal únicamente tres meses, dijo que se siguen los programas marcados por la Secretaría de Salud y la Subsecretaría de Prevención y Readaptación Social del Estado, a fin de evitar más contagios de los internos.
Desgraciadamente, dijo, esa enfermedad no tiene cura, es un contagio igual que el VIH, por vía sexual o sanguínea, pero el hecho que tengan ese padecimiento no significa que no purgarán su condena y además no pueden ser aislados totalmente del resto de los demás, ya que se violentarían sus derechos humanos.
“Hay un patio general, una escuela, área de enfermería y en esa circunstancia no les puedo decir que se queden en un sólo lugar, pues además no hay área especial para ellos”.
Respecto a la posible infección del resto de los internos, lo cual no ha sido comprobado, dijo que lo importante es evitar el ingreso de drogas, ya que la más común en este municipio es la “chiva”, sustancia elaborada a base de heroína.
Un aspecto que se cuida, dijo, es la dieta a los enfermos y se siguen las recomendaciones de un nutriólogo para el alimento que se les ofrece, con la finalidad que tengan mayores defensas.
Rehabilitación
Para que sea un verdadero Centro de Readaptación Social, dijo, se implementan programas deportivos y están en pláticas con dos fábricas de muebles para dar trabajo a los reclusos, pero también se establece contacto con otros empresarios. “Si un interno tiene educación, deporte y trabajo, la rehabilitación es más fácil”.
Por otra parte, dijo, solicitó a las empresas constructoras de la localidad, el apoyo para pavimentar el estacionamiento del Cereso, para mejorar la imagen física del penal, así como impermeabilizar los techos.
Sólo tres meses
Gómez Gómez reiteró que aceptó la invitación de las autoridades estatales para hacerse cargo del Cereso, pero solamente por tres meses. “La verdad es que me va bien en mi carrera profesional, soy presidente del Foro de Abogados Sampetrinos y tuve que dejar mi despacho por un tiempo, pero la verdad no es mi aspiración ser director del Cereso y creo que en tres meses se pueden hacer cosas importantes”.