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LONDRES, INGLATERRA.- El primer ministro Tony Blair enfrentaría la rebeldía de los legisladores de su propio partido y renuncias de funcionarios menores del gobierno si Gran Bretaña se suma a una campaña militar estadounidense contra Iraq sin el respaldo de la ONU, advirtió ayer uno de sus colegas de partido.
“Creo que el gobierno tiene graves problemas”, dijo el ex ministro de las Fuerzas Armadas, Doug Henderson, a GMTV.
“Mi instinto me dice que este es uno de los periodos más críticos que puedo recordar en el (gobierno de) el Partido Laborista”, dijo, y agregó que “más de 150” legisladores laboristas se rebelarían la próxima vez que el Parlamento discuta sobre Iraq.
Según informes de prensa, varios miembros de bajo nivel del gobierno de Blair han amenazado con renunciar si Gran Bretaña va a la guerra sin que la ONU emita una segunda resolución al respecto.
El gobierno, sin embargo, restó importancia a las versiones. El viceprimer ministro John Prescott dijo que Gran Bretaña confía en que asegurará el apoyo de la ONU para su propuesta de dar a Iraq hasta el 17 de marzo para que compruebe que desechó todas sus armas de destrucción masiva.
“No hay duda de que Tony Blair está actuando en forma muy valiente y está haciendo lo que cree que es correcto y nosotros lo estamos apoyando en eso”, dijo Prescott a BBC televisión.
“Estamos procediendo de acuerdo con el derecho internacional para tratar con Saddam (Hussein). Estamos trabajando muy arduamente para lograr un acuerdo para la segunda resolución”, dijo.
El firme apoyo de Blair para el presidente estadounidense George W. Bush le ha valido el mayor desafío a su liderazgo. Su índice de popularidad desciende constantemente, según encuestas recientes. El mes pasado 122 legisladores del Partido Laborista votaron contra el gobierno y apoyaron una moción de rebeldía señalando que “no hay pruebas suficientes” como para ir a la guerra. Fue la mayor protesta que ha sufrido el gobierno desde que llegó al poder en 1997.
El líder laborista Andrew Reed dijo el domingo que renunciaba a su puesto como secretario privado parlamentario, primer escalón en la jerarquía gubernamental, aparentemente debido a la crisis iraquí.
Reed es uno de los cinco miembros menores del gobierno, que según los diarios dominicales, dijeron que podrían renunciar si Gran Bretaña participa en una ofensiva militar que no cuente con el apoyo de la ONU.