Torreón, Coah.- Era más que notoria la molestia de la gente. Habían estado en el teatro del Pueblo por más de una hora y media esperando a que diera inicio la ceremonia de coronación de la nueva soberana de la Feria del Algodón y de la Uva.
De pronto, a las 10:05 de la noche, los representantes de los medios de comunicación entraron intempestivamente, el público no pudo más que reclamar con sonoros abucheos, detrás de ellos aparecieron el gobernador del Estado y el Alcalde de la ciudad; eran los invitados de honor a quienes esperaban los organizadores para dar comienzo con la esperada ceremonia, en la que la señorita Mariana García López -Mariana I- fue nombrada la nueva reina de la Feria.
La noche del viernes, el Teatro Mayagoitia (o teatro del pueblo) lució pletórico. El público local acudió en torrente, pero no sólo para ver a la nueva soberana, sino para presenciar la actuación de Manoella Torres.
“La mujer que nació para cantar”, ofreció por cerca de una hora los temas que la han mantenido en el difícil mundo de la música; cautivando a los presentes con su dulce voz y las letras que le cantan al amor.
Al ritmo de Cuando Llegue la Hora, Te Voy a Enseñar a Querer, Te Perdone tu Señora, Te Amo, Esclavo y Amo, En mi Viejo San Juan y Las Violetas Marchitas, Manoella Torres demostró que a pesar de los años aún conserva su gran voz, pero sobre todo, que la gente sigue recordando las melodías que la mantuvieron por más de 17 años en los primeros lugares de popularidad.
“Gracias, muchas gracias. Antes de cantar quiero decirles que siento una gran alegría de estar aquí. Espero de todo corazón que disfruten este momento”, dijo antes de comenzar con su romántico espectáculo. Aunque todas las canciones fueron coreadas y bien recibidas, sin lugar a dudas Te Voy a Enseñar a Querer fue una de las favoritas, logrando que el público le aplaudiera fuertemente después de su interpretación.
A las 11:10 de la noche, la puertorriqueña se despidió, pero un rotundo “Nooo” de parte del público, la hizo regresar. “¿Están disfrutando? ¿Están felices? ¿Quieren más?” preguntaba a la gente, quien contestó afirmativamente a todas sus interrogantes. Posteriormente cantó A la Que Vive Contigo.
Finalmente, en punto de las 11:23 de la noche, se despidió con Las Violetas Marchitas, arrancando grandes sonrisas y eufóricas muestras de afecto de los asistentes.