20/03/2003
Papantla, Ver. (Notimex).- Con sólo 10 por ciento de su territorio total explorado, El Tajín --poseedor de estructuras monumentales con tableros y nichos como característica única de la zona totonaca-- resguarda aun, a casi ocho décadas de haber sido descubierto, enigmas importantes sobre esta cultura.
Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) realizan investigaciones para conocer la forma en que la gran ciudad fue deshabitada entre los años mil 100 y mil 200 después de Cristo. También trabajan actualmente en la exploración de la zona noreste de la Pirámide de Los Nichos, donde se encuentra el Chicalcoluhiqui, estructura monumental con grecas escalonadas en cuyo interior se encuentra un juego de pelota y estructuras aún por explorar.
Durante un recorrido por la zona en la que se han explorado 52 de las 260 estructuras que se estima se ubican en el área, el arqueólogo Jorge Villanueva explicó que el mes próximo concluirá un estudio de evaluación de la zona. Explicó que el estudio que inició hace cuatro meses tiene el propósito de actualizar la información sobre los vestigios ubicados en las mil 221 hectáreas protegidas por el INAH.
Dijo que el diagnóstico elaborado en coordinación con habitantes de la zona tiene también como finalidad el que las comunidades cuyas propiedades se encuentran en la poligonal protegida por el INAH --Tajín, Nuevo Ojital y San Antonio-- tengan conocimiento de los posibles vestigios prehispánicos que se encuentran en sus propiedades.
Mencionó que a partir de la declaratoria que el gobierno federal emitió en 2001 como zona protegida del INAH, inició el proyecto de investigación "Estudio de factibilidad de cambios de uso de suelo en la zona arqueológica de El Tajín", a través del cual este instituto puede evitar que los vestigios identificados pero no explorados se pongan en riesgo. Destacó que la zona se utiliza en su mayoría para pastoreo, actividad que en su opinión no afecta el área, pero destacó que si algún propietario pretende construir tendrá que solicitar un permiso al INAH, sin que ello signifique que el gobierno federal pueda realizar expropiaciones. Sigue...
Alejandro Martínez Muriel, coordinador Nacional de Arqueología del INAH, precisó durante el recorrido, que el Chicalcoluhiqui se compone de muros que conforman grecas en espiral. "Si se ve la estructura desde arriba son grecas que tienen forma de una espiral, por eso se llama Chicalcoluhiqui".
Esta zona, que podría ser abierta al público los primeros meses del año próximo, tiene importancia porque a decir de Martínez Muriel su estructura esta conformada por tableros con nichos. Con la exploración de zonas aledañas al área monumental de El Tajín, los especialistas del INAH buscan profundizar en el estudio de la vida cotidiana y social de los antiguos pobladores. Así por ejemplo, Jorge Villanueva mencionó que por su estructura arquitectónica El Tajín podría tener relación con Yohualicha, área ubicada en la Sierra Norte de Puebla. Asimismo, mencionó que aún se desconoce la forma en que la metrópoli de El Tajín fue desocupada. Expresó que El Tajín vivió tres épocas: la primera es identificada porque sus edificios están construidos con 17 a 20 grados de desviación hacia el norte. Una segunda etapa se identifica por la construcción de edificios aledaños a la zona monumental, ya que se registró un crecimiento. Finalmente, la tercer etapa está constituida, para los especialistas, como la desocupación de la zona prehispánica.