A nuestro país le urge un sistema racional de resolución de problemas y toma de decisiones.
Sin novedad en el frente es el reporte que recibimos durante el arranque del año al referirnos a la incertidumbre geopolítica creada por el posible conflicto en Irak, las malas expectativas de muchas empresas en Estados Unidos con la consecuente señal negativa de la tan esperada recuperación de dicho país y por consiguiente las inversiones buscan aguas más tranquilas por lo que estamos observando el paulatino fortalecimiento del Euro frente al dólar.
Por consiguiente en México las repercusiones no se han hecho esperar, la volatilidad en el tipo de cambio es motivo de preocupación en la mayoría de los sectores de la economía, las tasas de interés están a la alza con los vaivenes en los mercados financieros, de tal manera que peligra el pronóstico de la inflación para éste año, es de esperarse de que se endurezca la disciplina monetaria y Banxico debe de estar preparando un nuevo aumento en el corto; sin embargo tampoco esto puede ser de inmediato ya que será necesario continuar analizando el comportamiento de la economía y la tendencia del tipo de cambio, para poder precisar el rumbo de la inflación y no tomar decisiones en circunstancias coyunturales.
Por cierto algunas informaciones se refieren a factores externos y específicamente a la posición del dólar frente al Euro como la razón de la debilidad de nuestra moneda con el dólar pero lo anterior es una verdad sólo parcial, pues también tenemos qué considerar nuestros factores internos; por el momento nos salvan las divisas a través de las exportaciones petroleras mexicanas con su efecto positivo en la balanza comercial, finanzas públicas y el monto de las reservas que mantenemos además del buen manejo de la deuda externa.
Pero resulta que se inició ya la competencia política para las elecciones federales en éste año, para nadie es desconocido lo que puede suceder con la estrategia del actual Gobierno de no lograr la mayoría de su partido en la misma pues representaría un riesgo muy real en las perspectivas de crecimiento; para nadie es desconocido que como proyecto necesario de la nación tenemos qué superar los retos contemplados en las Reformas Estructurales entre las que destacan la energética, fiscal, financiera y laboral entre otras pues esto permitiría al estado contar con una mayor capacidad para atender sus programas. En caso contrario de no contarse con el respaldo del nuevo Congreso para alcanzar los consensos necesarios que impulsen las reformas, el margen de posibilidades para el tercer tramo del sexenio, será muy complicado; incluso las presiones para negociar los aumentos salariales son sintomáticos del entorno de la incertidumbre en la economía mexicana, por ello las actuales presiones de los grupos sindicales que están tomando posesiones para tener fuerza no sólo en su partido sino con sus agremiados y desde luego endurecen su posesión ante el estado.
El sector agropecuario en varios de sus segmentos, tienen puestos ya sus sistemas de alarma y la historia de nuestro país por más que digamos que vivimos otra época, no debemos menospreciar que por su concentración y relación popular constituyen un eje en nuestra sociedad y el pretender disminuir los hechos que se están presentando paulatinamente en diversas partes del País, aún cuando ya sabemos que constituyen un ?Botín Político? como lo dijo la ABM, por la cercanía de las elecciones así como la necesidad de honrar los compromisos del TLCAN, la cruel realidad es que la miseria y rezagos que prevalecen en ése medio, amerita una verdadera intervención del Gobierno que tiene la obligación ante ésta situación de emergencia de reactivar al campo; hace unos días se criticó que el año pasado se registró un subejercicio de mil quinientos millones de pesos en el programa de Alianza para el Campo sin embargo no hay respuesta oficial para conocer la veracidad de lo anterior y en el caso del Tratado de Libre Comercio de América del Norte sin pretender incumplir lo pactado, se debe agresivamente pero por la vía diplomática pedirle a Estados Unidos un acuerdo complementario para proteger a nuestros campesinos, después de todo por nuestra vecindad es un problema común el tema de la emigración que se intensificaría no sólo por nuestras fronteras sino a las grandes urbes del País y continuaremos incrementando la inseguridad, violencia y demás problemas sociales.
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