Reuters
PAKISTÁN, INDIA.- Las potencias nucleares rivales India y Pakistán comenzaron una tregua ayer a lo largo de su frontera en la disputada región de Cachemira, una de las más militarizadas y volátiles fronteras del mundo.
La iniciativa destinada a tranquilizar las relaciones entre los dos países se desarrolla cuando los musulmanes celebran la fiesta del Eid al-Fitr, de fin del Ramadán o mes sagrado de ayuno, y parecía inicialmente haber tenido éxito al señalarse en ambos bandos que el alto el fuego estaba siendo respetado.
Pero los analistas mostraron su cautela en relación con el acuerdo al hacer notar que los choques suelen de todas maneras reducirse durante el invierno y además al ver que uno de los principales grupos islámicos que combate en Cachemira dijo que seguiría con sus ataques en la parte india del territorio.
“No hemos disparado un solo tiro, ni ha habido informes de que la India lo haya hecho”, dijo un funcionario paquistaní que manda el sector Chakothi, al sur de Muzaffarabad, capital de la Cachemira paquistaní.
En Srinagar, la mayor ciudad de la Cachemira india, miles de residentes acudieron a las mezquitas y muchos dijeron que era la fiesta Eid más pacífica en años.
“!Oh Alá! que vuelva la paz con dignidad a nuestra madre Cachemira”, exclamó el mullah principal en una mezquita de Srinagar.
El Ejército indio dijo que no se habían producido disparos desde que el alto el fuego entró en vigor a la medianoche de la India en la Línea de Control que divide Cachemira en las posiciones del glaciar Siachen.
Pakistán y la India se han enfrentado en tres guerras desde que lograron su independencia de Gran Bretaña en 1947, dos de las cuales sobre Cachemira, territorio de mayoría musulmana que los dos reclaman y donde decenas de miles han muerto en la insurgencia que lleva ya 14 años.
Presionados internacionalmente, especialmente por Washington, Pakistán y la India han iniciado aperturas comerciales este año tras haber casi llegado a su cuarta guerra en el 2002, pero las tropas han continuado intercambiando fuego casi diariamente a lo largo de la línea de control de 742 kilómetros.
El ministro indio de Defensa, George Fernandes, expresó su deseo de que la tregua ayude a que los dos países resuelvan sus diferencias, pero advirtió que continuarán las operaciones contra los militantes en la Cachemira india.
Salim Hashmi, portavoz del pro-paquistaní Hezb-ul Mujahideen, uno de los grupos radicales que combaten el poder indio en Cachemira, dijo que continuaría sus ataques.
“El alto el fuego no tiene sentido a menos que el tema de Cachemira se trate de acuerdo con los deseos de los cachemiros”, dijo telefónicamente desde Rawalpindi, cerca de Islamabad.
Unas horas antes de implantarse la tregua, fuerzas indias y paquistaníes intercambiaron disparos artilleros y fuego de ametralladora, resultando heridos tres niños paquistaníes, según las autoridades de Pakistán, pero los incidentes cesaron con la tregua, según residentes de la zona fronteriza.