LONDRES, (Reuters) - Puede ser imperdonable en casi todas las sociedades, pero un grupo de científicos dijo que la promiscuidad de las hembras no es tan mala porque ayuda a procrear una descendencia más saludable, al menos entre las aves.
Igual que los humanos, las aves son criaturas monógamas que generalmente eligen una pareja y permanecen con ella para criar a sus hijos.
Sin embargo, los científicos del Centro de Investigación Ornitológica Max Planck en Starnberg, Alemania, informaron que algunas aves hembras prefieren más de un compañero, para mejorar sus probabilidades de lograr mejores polluelos.
Este hallazgo podría tener implicaciones para comprender mejor la conducta sexual humana.
"Pienso que no hay razón de que la teoría que tenemos para las aves no pueda aplicarse a los humanos. Se aplica a otros mamíferos", dijo Bart Kempenaers, un ecologista conductual en el centro de investigación.
"Sabemos que esta monogamia social realmente no refleja el apareamiento que se está llevando a cabo", dijo el investigador en una entrevista.
Kempenaers y su equipo descubrieron la lujuriosa conducta mientras estudiaban a los pájaros llamados herrerillos azules que fueron criados en cajas en el Bosque Vienés en Austria.
Los investigadores notaron que cuando las hembras se apareaban con machos más jóvenes eran más propensas a ser infieles con machos más ancianos o de mayor tamaño, y que era más probable que los hijos que procreaban pudieran sobrevivir a la siguiente temporada de reproducción.
Cuando los polluelos maduraron, si eran hembras produjeron más huevos que otras aves y si eran machos tenían una corona de plumas más atractiva, un gran encanto para las damas.
"Nuestra investigación indica que las hembras son promiscuas, o infieles a sus parejas, para evitar los efectos negativos del apareamiento consanguíneo", dijo Kempenaers.
Kempenaers considera que las hembras tienen una manera de valorar la calidad de su pareja, y si no están felices, buscan en otro sitio mejores prospectos.
"Tenemos buenas observaciones para demostrar que son realmente las hembras las de la iniciativa", dijo Kempenaers, quien reportó sus hallazgos en la revista científica Nature.
Kempenaers comentó que la fidelidad todavía existe en algunas especies, notablemente en los cisnes y en aves marinas como los albatros que se aparean de por vida y nunca son infieles a su pareja.