HUATULCO, OAXACA.- Monseñor Héctor González Martínez percibe al cristianismo con “cierto cansancio”, y cree que la religiosidad mexicana “es cada vez más decreciente”. Ante esta realidad -de la que no escapa la comunidad católica de Durango– el Arzobispo Electo de la Arquidiócesis adelanta a EL SIGLO DE DURANGO que en la predicación de su toma de posesión dirigirá un mensaje de “exigencia” a la feligresía.
“Yo digo que mi ida a Durango deber ser una oportunidad para sembrar inquietudes”, afirmó el nuevo Arzobispo de Durango durante una conversación con EL SIGLO DE DURANGO. Así, el dignatario de la Iglesia Católica trazó el sentido de provocar inquietud entre la comunidad duranguense: “Para inquietarnos por Cristo, por el Evangelio”.
No en balde monseñor Juan de Dios Caballero Reyes, administrador apostólico, consideró que la designación del señor González Martínez significa la “continuación del plan de salvación trazado por Dios para la Arquidiócesis de Durango”.
En víspera de su toma de posesión, que se verificará el próximo miércoles 26, monseñor González Martínez concedió una entrevista a EL SIGLO DE DURANGO aquí en la bahía, en donde permaneció por varios días, “orando y hablando en silencio”, a pocos días de que regrese a Durango después de que salió del territorio de la Arquidiócesis en marzo de 1982, al ser designado Obispo de Campeche.
Monseñor González Martínez regresa a la Arquidiócesis como jefe del gobierno eclesiástico, en un escenario donde predominan tres notas clave en el ambiente de la religiosidad en el país.
La primera es una realidad: el catolicismo retrocede frente a otras religiones; la segunda no es menos importante: la presencia en el escenario de otras corrientes religiosas. Ambas convergen en un fenómeno propio de los tiempos actuales: la secularización de la sociedad, es decir, “un fenómeno consistente en la ‘desintegración’ de las tradiciones religiosas en la modernidad a la que se vincula la ‘pérdida del sentido’”, que conduce incluso al llamado “ateísmo de masas”.
Durante la entrevista, el nuevo prelado está consciente de los momentos que vive la Iglesia. Afirma, incluso, que prevalece un ambiente que busca denigrar al cristianismo.
Alrededor de la designación de Mons. Héctor González como nuevo titular de la Arquidiócesis, se ha levantado una enorme expectativa. El octavo Arzobispo tiene conciencia del ambiente festivo que prevalece en la víspera de su regreso; pero ataja la euforia. Viene a pedirles a los duranguenses que “se dispongan a ponerse de pie en la Iglesia, a desentumecer los pies, que abran los ojos y vean que se necesita tener una presencia más viva y consciente”.