ROMA (AP) .-Un enviado del Papa Juan Pablo II viaja el lunes a Washington, en el más reciente esfuerzo del Vaticano para conjurar la guerra contra Irak.
El cardenal Pio Laghi, ex embajador de la Santa Sede en Estados Unidos, dijo que espera ser recibido el miércoles en la Casa Blanca, el mismo día que el papa Juan Pablo II escogió para convocar a los católicos en todo el mundo a que ayunen y oren por la paz.
Laghi, que ocupó la Nunciatura vaticana en EU entre 1980 y 1990 y mantiene amistad con la familia Bush, confirmó antes de partir, en el aeropuerto romano de Fiumicino, que espera ser recibido por el presidente estadounidenses el próximo miércoles.
"Algunos dicen que la guerra ya comenzó. Nosotros no lo creemos, nosotros no pensamos eso", dijo Laghi a la prensa antes de abordar su vuelo.
"La posición del Papa y de la Santa Sede es la de hacer lo posible para evitar una guerra", dijo el prelado sobre el contenido del mensaje que transmitirá a Bush, al señalar que viaja a la Casa Blanca con espíritu de "diálogo amistoso" y "gran confianza".
Laghi, que también ha sido observador de la Santa Sede en las Naciones Unidas, comparó hoy su viaje con el del profeta Abraham, cuando partió de Ur de los caldeos por orden del Señor y se puso a sur órdenes sin la menor vacilación.
"Me marcho poniéndome en las manos de Dios, a pesar de todo y con todas las esperanzas" y con "toda la confianza del Papa" añadió el enviado vaticano antes de tomar un vuelo de la compañía Continental a las 10.00 GMT con destino a Washington vía Nueva York.
El prelado dijo que estaba en contacto con otro enviado papal, el cardenal Roger Etchegaray, que el mes pasado viajó a Bagdad en otra delicada misión diplomática, ya que se entrevistó con Sadam Husein y también le entregó un mensaje del papa Wojtyla.
Insistió igualmente el papel central que las Naciones Unidas deben jugar en el conflicto y la necesidad de desarmar a Sadam "sin el uso de las armas" y evitar una guerra "que será injusta para muchos seres humanos" y contribuirá a ahondar la brecha entre el Islam y Occidente.
La nueva misión de un enviado papal se suma a los intensos esfuerzos de la Santa Sede por mediar en el conflicto iraquí, siempre con la tesis de que han de ser los medios pacíficos y diplomáticos los que resuelvan las diferencias entre Iraq y la comunidad internacional.
En las últimas semanas Juan Pablo II ha recibido a protagonistas de la crisis como el secretario general de la ONU, Kofi Annan, los primeros ministros del Reino Unido, Tony Blair, y España, José María Aznar, y el viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz, así como el ministro de Exteriores alemán, Joscka Fischer.