Reuters
MONROVIA, LIBERIA.- Mientras los cancilleres del oeste de África se reunían ayer en Monrovia para facilitar la salida del presidente Charles Taylor, los liberianos celebraban las noticias de la llegada inminente de los pacificadores y el fin de dos semanas de matanzas.
Nuevos brotes de violencia ocurrieron el mismo día en que los líderes de los países de África occidental aprobaran el despliegue de una fuerza de mantenimiento de la paz en Liberia, donde los enfrentamientos de las dos últimas semanas han dejado centenares de muertos.
Los líderes del oeste de África aprobaron el envío del primer contingente de pacificadores para más tardar el lunes y exhortaron a Taylor a salir al exilio en Nigeria tres días después.
La Comunidad Económica de Estados del Oeste de África (ECOWAS), que provee los pacificadores con apoyo logístico de las Naciones Unidas y Estados Unidos, dijo que Taylor debe cumplir su promesa de abandonar Liberia y salir del país después del desplazamiento de las tropas.
Un asesor de alto rango de Taylor dijo que el presidente partirá tan pronto como se sienta satisfecho del desplazamiento de los pacificadores.
“El señor Taylor saldrá de Liberia cuando las fuerzas estén completamente desplazadas y haya una distribución política...”, dijo el ministro de Economía Samuel Jackson. La “distribución política” incluiría una fórmula constitucional de entregar al poder al vicepresidente o al presidente del parlamento, agregó.
“El señor Taylor quiere partir. El señor Taylor no quiere ser parte del problema”, dijo Jackson. “Renunciará y tiene que haber un proceso constitucional”.
Las noticias de que Taylor renunciará fue recibida con júbilo por los liberianos, que han estado eludiendo las balas perdidas y los proyectiles de morteros en una ola de violencia que ha dejado más de 1,000 muertos, según el gobierno.
Autoridades estadounidenses dijeron que dos buques de guerra norteamericanos llegarían a Liberia para el sábado, pero no se ha decidido si algunos de los 2,300 marineros descenderá a tierra.
El portavoz del Departamento de Estado norteamericano Richard Boucher dijo que Washington ya “asignó diez millones de dólares que irán en forma de un contrato para apoyo logístico”.