GÓMEZ PALACIO. DGO.- El establero Agustín Rosales era enemigo de los policías. El sujeto que murió en un enfrentamiento con tres policías el pasado domingo, tenía antecedentes penales. A los 27 años asesinó a un policía rural cuando iban a revisarlo en un baile del ejido Madrid.
El ahora occiso fue el responsable de dar muerte al agente Eduardo Pulido González, la madrugada del primero de enero de 1977. Después de cometer el homicidio huyó para ocultarse en una rancho ubicado a 80 kilómetros de Irapuato, Guanajuato.
Su detención estuvo a cargo del entonces jefe de la Policía Rural, Elías Araluce. El lugar se denomina “Yostiros” y antes de su captura, el sujeto se defendió con su arma de fuego, sin lograr lesionar a nadie.
Durante su declaración, se logró detectar que también estuvo involucrado en una balacera en el ejido Gregorio García, motivo por el cual también se abrió una investigación.
Arturo López Aguilera, director de Seguridad Pública, se encargó de la investigación sobre los antecedentes del sujeto que hirió de gravedad a dos de sus agentes rurales a las 6:10 horas del pasado domingo 25 de mayo de 2003.
Como se informó en su oportunidad, Agustín Rosales Martínez viajaba como pasajero en un taxi que se dirigía a La Popular. Una revisión de rutina por parte de los policías terminó en balacera y con la vida del enemigo de los policías.
Las primeras investigaciones no determinaban los motivos de Rosales Martínez, establero, para amagar a los agentes, al parecer sin razón alguna. Primero se dijo que el señor tenía 27 años de trabajar en el establo, que era una persona tranquila y sin problemas.
La verdad quedó al descubierto tras las indagaciones de la Policía Preventiva, donde queda claro que el sujeto no se iba a detener para asesinar a los agentes, que finalmente actuaron en legítima defensa.