Reuters
HYDERABAD, La India.- Al menos 18 personas murieron y más de 40 resultaron heridas ayer en el oeste de la India, cuando un tren de pasajeros chocó con uno de carga que estaba detenido, indicó una declaración del gobierno.
Las autoridades dijeron que el accidente se debió a un error humano.
Tres vagones del expreso Secunderabad-Manmad, que se dirigía del sureño estado de Andhra Pradesh al occidental Maharashtra, se descarriló cuando el expreso chocó contra la parte trasera del tren de productos en la estación Ghatnandur en Maharashtra.
“Es un fracaso total, el personal ha fallado. Lo que ha pasado se debe a un fallo humano”, dijo el ministro de Ferrocarriles, Nitish Kumar, al canal privado de televisión Zee News.
Las autoridades dijeron que 11 de los 41 heridos estaban graves.
Según P. Krishnaiah, portavoz de la compañía ferroviaria estatal Indian Railways, el accidente ocurrió unos 330 kilómetros al norte de Hyderabad, capital de Andhra Pradesh.
Una investigación preliminar mostró que el tren de pasajeros impactó al tren de carga porque estaba en la vía principal en vez de usar una adyacente, dijo.
Se trata del más reciente accidente de tren con víctimas fatales en la India en cuatro meses.
El mes pasado 18 personas murieron y 80 resultaron heridas cuando un tren expreso de pasajeros se descarriló en Andhra Pradesh.
En noviembre, una persona murió y diez resultaron heridas cuando dos trenes chocaron en el oriental estado de Bihar. Y en septiembre, 126 murieron cuando un tren de lujo se salió de la vía en Bihar.
La mayoría de los más de 1,000 millones de habitantes de la India depende del servicio de ferrocarril, de 151 años de antigüedad, que abarca 63,000 kilómetros y es el segundo más extenso del mundo.
La compañía Indian Railways, que tiene casi 14,000 trenes y transporta más de 13 millones de pasajeros diarios, sufre más de 300 accidentes anuales.
Críticos del servicio dicen que un repunte en el tráfico y la falta de fondos para renovar el sistema lo han hecho vulnerable a accidentes.
Pero las autoridades ferroviarias defienden su récord de seguridad, diciendo que la tasa de accidentes ha caído a un décimo de los niveles de inicios de los 60.