Reuters
TEHERÁN, IRÁN.- Irán desestimó ayer un informe de las Naciones Unidas que señala que en el pasado se involucró en actividades vinculadas a la fabricación de una bomba atómica, mientras se prevé que Washington y tres Estados europeos se enfrentarán la próxima semana por una resolución que conduciría a posibles castigos contra Teherán.
Irán dijo que las violaciones indicadas por el informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la agencia de vigilancia nuclear de la ONU, eran “insignificantes”.
En informe de OIEA, dijo que hasta ahora no se había hallado evidencia de un programa de bombas atómicas en Irán, pero que Teherán se había involucrado en actividades posiblemente relacionadas con la producción de plutonio y el enriquecimiento de uranio.
Estados Unidos, que ha acusado a Irán de utilizar su programa de energía nuclear como fachada para construir una bomba atómica, no hizo comentarios inmediatos sobre el informe que, según diplomáticos, agrega combustible a la diputa de ambas partes.
Sin embargo, el secretario norteamericano de Estado, Colin Powell, dejó en claro que la hostilidad de Washington hacia Irán no había disminuido y acusó a los “clérigos fanáticos” de Teherán de arrastrar al Islam a una “zanja política”.
Irán condenó la declaración de Powell, hecha el lunes por la noche en Nueva York, y dijo que era una interferencia en sus asuntos internos.
Por su parte, el jefe del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Hassan Rohani, dijo que el informe del OIEA mostró que Teherán había sido transparente sobre su pasado nuclear.
“Este informe muestra que la propaganda israelí y estadounidense contra Irán carece de fundamento y que Irán no violó el Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear y que sus actividades atómicas no perseguían fines militares”, dijo Rohani a la televisión estatal.
Diplomáticos occidentales dijeron que Estados Unidos tendrá que sostener una dura batalla para lograr que Francia, Alemania y Gran Bretaña le den su apoyo en una reunión de la junta directiva de OIEA que se celebrará el 20 de noviembre.
Retraimiento trasatlántico
Washington quiere que la junta directiva del OIEA apruebe una resolución para reportar a Irán al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, una medida que podría conducir a sanciones contra Teherán.
Sin embargo, los ministros de Relaciones Exteriores de Francia, Alemania y Gran Bretaña establecieron un acuerdo el 21 de octubre con Irán mediante el cual Teherán tenía que suspender su programa de enriquecimiento de uranio y firmar un protocolo que permita inspecciones de OIEA más completas y anunciadas con poca anticipación.
Teherán informó el lunes que había cumplido con su parte del acuerdo, aunque la Unión Europea manifestó ayer que quería “hechos, no sólo palabras”.
No obstante, diplomáticos dijeron que creían que Francia, Alemania y Gran Bretaña no apoyarían una resolución apoyada por Estados Unidos diciendo que Irán no había cumplido con el TNP.
“Algunos europeos (en la junta directiva de OIEA) estuvieron de acuerdo con Estados Unidos, pero será muy difícil convencer a los tres europeos (Francia, Gran Bretaña y Alemania) para que apoyen una resolución de incumplimiento”, dijo un diplomático.
Ali Akbar Salehi, embajador de Irán ante el OIEA, dijo que las fallas de Irán al declarar algunas de sus actividades nucleares pasadas eran triviales.
“Las fallas atribuidas a Irán son insignificantes y están a nivel de gramo y microgramo de material nuclear”, dijo Salehi, según la televisión estatal.