Es una cuestión cultural la desobediencia de las leyes como sinónimo de beneficio para la colectividad; incluso, la corrupción se encasilla bajo la misma explicación, consideró el abogado Marcos Mendoza Sandoval.
Al ser cuestionada su opinión acerca de la ubicación que tiene Durango en los últimos lugares en los indicadores de ‘corrupción y buen gobierno’ y en ‘obediencia de las leyes porque ello beneficia a la comunidad’, Mendoza Sandoval expuso que “estamos atrasados en ese tipo de mediciones porque con regularidad violentamos las normas establecidas, sobre todo las de policía y gobierno”.
Son factores difíciles de erradicar –reconoció el litigante-. “Te das cuenta de que a pesar de lo que se ha hecho por parte de la autoridad de Vialidad, por ejemplo, tal vez el 60 por ciento de los automovilistas no usa el cinturón de seguridad”.
“Por otro lado, aunque no sea necesario, le damos al auto hasta quedar por encima de los puentes peatonales en los altos y donde hay semáforo. Esas cosas son muestra de que no hay la cultura de respetar las normas en la entidad”.
Marcos Mendoza es el secretario de la Barra Mexicana Colegio de Abogados de Durango; sin embargo, dejó claro que su opinión era en lo personal y no a nombre del organismo, debido a que existe la disposición en el interior del Consejo Directivo en el sentido de que sólo el Presidente puede dar declaraciones a nombre de todos.