08 octubre 2003
MEXICO, D.F., (SUN-AEE).- Luego de la tensión que vivieron el pasado fin de semana por la primera noche de expulsión, en la cual Christian abandonó la casa, los concursantes de "Estrellas de novela" ya comienzan a dividir su tiempo entre sus clases normales y la coquetería entre ellos.
Cynthia ha sido la que hasta el momento ha roto más corazones. De hecho, Luis, quien estuvo amenazado para salir del reality show, la eligió para compartir con ella una cena íntima, en la que hubo comida, velas y música, pero el beso nunca hizo su aparición. Ella lo rechazó. ¿Será que no se le olvida el disgusto que tuvieron la semana pasada? La guerrerense tiene a todo un grupo de admiradores detrás de ella. El más sincero ha sido Jorge, quien de plano le confesó que desde que entró a la casa-estudio se siente atraído por ella; le dijo que ese era su "punto débil". Lejos de enojarse, la estudiante se mostró complacida.
Y es que los bonus de Cynthia están totalmente a la alza. Resulta que ahora hasta Rogelio le declaró su amor y le dijo que aunque también se sentía atraído por Maricarmen, realmente con ella tenía más química: "mira, te brillaron los ojitos", le dijo el estudiante sonorense.
Aunque la semana pasada Emmanuel dijo que la guerrerense no le era del todo indiferente, porque tenía algo que le llamaba poderosamente la atención, el alumno ahora está muy pegado a Grace, a quien parece no desagradarle la idea de estar todo el tiempo junto al aspirante de Aguascalientes.
Todo iba viento en popa en el instituto de formación actoral, hasta que Fabián Corres llegó y les hizo ver muchas cosas que hasta el momento no habían contemplado. El maestro de Teatro Clásico les dijo que siendo honestos, solamente unos cuantos lograrían destacar en un medio tan competido.
"Si a ustedes no les va bien, les va a ir muy mal y váyanlo sabiendo, porque sólo le va a ir bien a uno, a dos, quizá a tres, pero a los demás no", comentó el actor de telenovelas como "Todo por amor" y "Cara o cruz", ante la mirada atónita de los alumnos, quienes no daban crédito a lo que escuchaban.