Por Cristal Barrientos
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Por diez años Socorro ha tenido la misma rutina: levantarse antes de que salga el sol para preparar el desayuno a su esposo e hijos. Luego debe barrer, trapear, lavar la ropa si está sucia, en fin realizar todas las actividades de una ama de casa.
Ayer Socorro Ibáñez recorría el centro de la ciudad con sus dos hijos, con la intención de comprarle un regalo a su madre. Ella también espera recibir uno este Diez de Mayo, aunque reconoce que difícilmente dejará de atender las labores del hogar.
“¿Y luego quién hace el quehacer? Al contrario es día que hay más trabajo porque invité a mi mamá y a mis hermanas a comer para festejar el Día de las Madres, tengo que limpiar la casa y cocinar algo rico”.
A decir de Socorro, el matrimonio es difícil, pero ser madre lo es aún más: “es una responsabilidad muy grande, no es tener hijos nada más porque sí, hay que cuidarlos y ver que crezcan bien, pero sobre todo inculcarles muchos valores”.
Después de diez años de matrimonio, Socorro no se arrepiente de haberse casado, pero reconoce que las amas de casa no son valoradas como debe ser, pues mantener un hogar limpio y cuidar a los hijos, no es todo, hay más responsabilidades.
Este Día de las Madres, Socorro tiene un mensaje: “Me gustaría que los esposos y los hijos valoraran más lo que hacemos. En ocasiones llegamos a sentir que todas esas cosas nos asfixian, pero ser madre y esposa es lo mejor que puede haber”.
Isabel López Castro está a punto de ser madre, incluso esperaba recibir este Diez de Mayo en compañía de su hijo, pero aún le faltan por lo menos dos semanas: “tengo mucha ilusión de conocerlo, quiero que sea niño, aunque me da un poco de miedo el parto”.
A decir de Isabel, los hijos no comprenden a las madres: “es hasta que tienes a tus propios hijos cuando te das cuenta que las mamás no son exageradas como uno creía, hasta ahora me doy cuenta que todo lo que hace una madre siempre es por el bien de sus hijos”.
Ahora Isabel está incapacitada por su próxima maternidad. Trabaja como secretaria en una maquila-dora y en unos meses más tendrá que regresar: “mi mamá me va a cuidar a mi niño cuando nazca porque no puedo dejar mi trabajo, necesitamos el dinero más que nunca”.
Cuando Isabel piensa que deberá dejar de cuidar a su hijo, se pone triste: “quisiera poder estar con él porque cuando son bebés necesitan siempre a su mamá, pero ni modo, así es la vida, espero que cuando crezca entienda por qué lo hice”.
Sandra Luévanos tendrá que trabajar más que nunca este Día de las Madres. Su esposo pidió un permiso al Ayuntamiento para vender flores en el centro de la ciudad y debe ayudarle, pues necesitan dinero.
“Qué festejo ni que nada, hay que trabajar, sí me gustaría quedarme en la casa pero no se puede, qué puedo hacer, debo ayudar a mi esposo porque estamos atravesando por una temporada difícil, la crisis está muy fuerte”.
Este Día de las Madres, espera recibir un regalo pero no habrá festejo: “tal vez más adelante cuando las cosas se compongan pero por lo pronto no, se nos enfermó uno de nuestros hijos y hay que hacerle frente a los gastos”.