GÓMEZ PALACIO, DGO.- Para un sector de la población, el tianguis Dos “El Parralito”, es considerado la “boutique” de los pobres, ya que son muchas las familias de escasos recursos económicos que acuden para comprar prendas de vestir y artículos diversos.
Enclavado en la calle Morelos entre 20 de Noviembre, González Ortega y 16 de Septiembre, este centro comercial es la salvación para muchos, como es el caso de Hilda Luévanos de Flores, quien ella y su esposo tienen la “bendita” carga de tres hijos.
“Yo no trabajo, pues no hay quién me cuide a los niños y mi esposo saca 600 pesos en la maquiladora donde trabaja y esa cantidad hay que estirarla para comprar, aparte de ropa para vestir, calzado, luz, agua y renta, la leche y pañales para los dos pequeños y útiles escolares para la niña que ya está en preescolar”.
Ella explica que ese día en “El Parralito”, compraría ropa para sus niños, “ahora estoy buscando la de invierno, que ya está aquí” y luego confiesa que antes le daba “cosa” comprar ahí, pero que su necesidad fue más grande que todo remilgo.
En los puestos, la gente encuentra desde pantalones, camisas y vestidos. Ahora por la entrada del invierno, se pueden ver aquéllos que ofrecen una gran variedad de suéteres, chamarras y hasta abrigos de piel, “aquí hay que saber buscar, es el único requisito, pues los precios son accesibles y las prendas están bien cuidadas”, dice una de las vendedoras que solicitó el anonimato.
También existen puestos donde ofrecen artículos para el hogar, como lámparas, sartenes, juegos de cucharas, relojes de pared y despertadores; aparatos deportivos, herramientas, bolsas de mano y una gran variedad de adornos, “los traemos de El Paso, Texas y casi están nuevos, pero más baratos que en las mueblerías”.
Aunque para Sandra, oriunda de Durango, Durango, pero quien es radicada desde hace más de siete años en esta ciudad, no todo se debe comprar de segunda, “porque dicen que es de mala suerte, pero la verdad, yo desde hace tiempo dejé esa creencia, al ver que no tenía para comprarme ropa nueva en las tiendas, además descubrí que las prendas sales buenas”.
Los precios oscilan entre los 20 a los 40 pesos, “aquí la mera verdad es según como encuentre uno al dueño del puesto, pues hay veces que dan más barato y otras se pasan, quieren dar como si fuera nuevo el artículo... pero no hay que dejarse”, dice Sandra.