El Escorial (España) (EFE).- Niels Birbaumer, experto en psicología clínica de la Universidad alemana de Tubinga, afirmó que es posible comunicarse con enfermos en un estado cercano al coma a través de la transformación de su actividad cerebral en señales eléctricas, que un ordenador traduce en palabras.
Birbaumer, director del centro de Magnetoencefalografía de la Universidad alemana de Tubinga, realizó estas declaraciones durante el curso "Emociones y cerebro", organizado por la Universidad Complutense en la localidad madrileña de El Escorial.
El especialista explicó que ha logrado establecer un diálogo con individuos completamente paralizados por diversas patologías, pero cuya mente se mantiene intacta.
El doctor alemán indicó que "es posible leer el pensamiento a través de electrodos" y que mediante el análisis de las corrientes magnéticas que genera el cerebro como respuesta ante determinados estímulos se puede producir una comunicación con estos individuos.
De esta manera es como ha logrado que los pacientes lleguen a traducir sus pensamientos en mensajes, porque al escuchar la letra que necesitan para construir la palabra que quieren expresar, su cerebro se activa y genera una corriente que queda registrada en la pantalla del ordenador.
Es un trabajo lento, según el experto, ya que hay que decir todo el abecedario hasta llegar a la letra en la que el paciente está pensando y esto hace que, por lo general, el tiempo de selección de cada letra sea de un minuto.
La motivación del paciente, sus ganas de vivir y el hecho de tener algo que decir son una parte fundamental para el éxito de esta técnica, ya que el individuo puede tardar hasta un año en aprender a activar las corrientes electromagnéticas de su cerebro que le permitirán comunicarse.
La conexión y el diálogo con estas personas puede ofrecernos datos muy interesantes sobre su situación y su forma de experimentar diferentes estímulos.
Incluso, Birbaumer cree que, entre otras cosas, algunos de estos enfermos tienen una calidad de vida superior que la de individuos diagnosticados con depresión.
Además, el experto alemán dijo que aplicar de esta técnica es fácil porque requiere únicamente un ordenador con dos monitores y el programa diseñado por él mismo que, según declaró, ofrece de forma gratuita.
Sin embargo, consideró que la falta de respuesta que recibe se debe, en gran parte, a las reticencias de las empresas farmacéuticas y de seguros.