EL PAÍS
WASHINGTON, EU.- Halliburton, la empresa que dirigía Dick Cheney hasta asumir la vicepresidencia de EU, ha sobrecargado en 61 millones de dólares un contrato para importar gasolina de Kuwait a Iraq. El exceso de precio lo han detectado los propios auditores del Pentágono al comparar lo que estaban pagando a Halliburton, 2.27 dólares por galón, y a otro contratista que importa el combustible de Turquía a 1.18 dólares por galón.
El informe preliminar de los auditores no acusa a Halliburton de lucrarse indebidamente sino de “mala administración” por subcontratar con una empresa kuwaití que le vende la gasolina a un precio muy superior al promedio del mercado. Pero el problema es que todo lo relacionado con Halliburton suscita dudas desde que obtuvo las contratas de reconstrucción de Iraq sin ir a concurso con otras empresas. (Tiene dos megacontratas a través de su subsidiaria Kellogg Brown & Root que potencialmente pueden llegar a 15 mil millones de dólares, una para la reconstrucción de la infraestructura petrolera y otra para apoyo logístico de las tropas en Iraq y Afganistán).
“Bush está más preocupado por el éxito de Halliburton que por el éxito de la estrategia en Iraq “dijo el general Wesley Clark, candidato a la nominación demócrata a la presidencia. Otros candidatos denunciaron en términos parecidos el supuesto favoritismo del Gobierno con la ex empresa de Cheney, de la que el vicepresidente todavía cobra una suma anual en concepto de beneficios acumulados.
Las investigación de los auditores se ha filtrado a la prensa coinciciendo con el anuncio de la Casa Blanca de excluir a Francia, Alemania y Rusia de las contratas de Iraq, decisión que ha provocado una tormenta de críticas no sólo en los países afectados sino por parte de la oposición política en EU.
El jefe de presupuestos del Pentágono, Dov Zakheim, aseguró que no iban a “condonar” este tipo de sobrecargos a los contribuyentes americanos ni a permitir que continúen. Entre las opciones que estudian está el posible reembolso de los 61 millones facturados de más. El director de Halliburton, Dave Lesar, dice estar dispuesto a cooperar con la investigación.
Los auditores descubrieron también otra factura de Halliburton inflada en 67 millones de dólares por servicios de cafetería a las tropas en Iraq, que calificaron simplemente de error involuntario y decidieron no abonar.
El informe final sobre los sobrecargos de gasolina lo emitirá el Pentagono a finales de mes, pero la investigación sobre las demás contratas de Halliburton continuará. La oficina de Contraloría del Congreso también ha aberto una investigación sobre todas las contratas de Iraq.