El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Un escenario económico difícil presentará hoy Vicente Fox Quesada, presidente constitucional de México en su Tercer Informe de Gobierno.
En tres años, la economía ha estado inmersa en un juego de cifras desalentadoras: incipiente crecimiento, vulnerabilidad externa y disminución en el flujo de capitales.
Sin embargo, hoy la incapacidad para generar empleos y la endeble reactivación del mercado interno son el eje de los cuestionamientos que esperan respuesta en el Tercer Informe de Gobierno.
Nulo crecimiento
La conexión industrial y financiera que existe entre Estados Unidos y México fue el principal mecanismo de transmisión del proceso recesivo que vive la economía nacional.
En los tres años de la administración foxista, el Producto Interno Bruto ha pasado de una etapa de contracción con un -0.3 por ciento de crecimiento en 2001, un lento dinamismo de 0.9 por ciento al finalizar 2002, a una incertidumbre generalizada propiciada por la difícil condición para generar crecimiento con un 2.3 por ciento al primer trimestre de 2003 y 0.2 por ciento en el segundo.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público señala que en estos primeros seis meses del año los agentes económicos decidieron posponer la realización de proyectos productivos.
A nivel sectorial, el bajo rendimiento de la actividad industrial en Estados Unidos, junto con la caída del 20.3 por ciento del sector automotor, fueron factores clave para que no se observaran incrementos en las ramas dirigidas a satisfacer la demanda externa. Lo anterior, propició que la producción industrial creciera sólo 0.9 por ciento anual el primer trimestre y cayera 4.5 por ciento al terminar junio de 2003.
A pesar de la debilidad del mercado interno, las industrias de la construcción y la de generación de electricidad amortiguaron el bajo dinamismo en que se mostró el sector externo. La primera, creció a una tasa anual de 5.9 por ciento al primer trimestre y la segunda, tuvo un incremento de tres por ciento. No obstante, para el segundo trimestre del año, estas mismas industrias tuvieron crecimientos marginales del 0.8 y 3.8 por ciento, respectivamente.
En tanto, el sector comercial y de servicios, presentó tasas de crecimiento ligeramente positivas. Los rubros de comunicación, transporte y financieros fueron los dinámicos; ya que el comercio y los hoteles (como consecuencia de la debilidad del mercado) mostraron una contracción anual de 1.5 por ciento.
Por su parte el sector agropecuario se vio impulsado por los productos comerciales, como son los casos de las hortalizas, ganadería y frutas.
Crisis de empleo
Esta incapacidad económica se reflejó en el crecimiento de la Tasa de Desempleo Abierto, la cual pasó de 2.46 por ciento en 2001 a 3.52 por ciento al terminar julio de 2003.
Entre los objetivos de la actual administración se encontraba la creación de un millón 200 mil empleos por año. Actualmente el gobierno tiene un déficit de 370 mil plazas perdidas desde finales de 2000, cotizadas en el IMSS.
Precios controlados
La reducción de los precios de la electricidad y de las frutas y verduras, contribuyó para abatir el comportamiento alcista que mostraban los precios al consumidor en los primeros tres meses del año cuando la inflación se ubicó en 5.64 por ciento anual.
La inflación constituye la única variable con tendencia favorable, no obstante, los analistas económicos esperan un alza al finalizar el año.