Durango

Escépticos, campesinos ante nuevos esquemas

Alimentos que se producen localmente no compiten en mercados internacionales

Desalentados porque cada vez es menos rentable sembrar frijol, los productores se muestran escépticos de las bondades que traerá consigo el nuevo esquema de comercialización, al considerar que en teoría pudiera ser positivo, pero que en la práctica dudan que les lleguen los subsidios, y ponen como ejemplo el funcionamiento de las integradoras, “que solamente han servido de ayuda a los líderes y organizaciones, y a los verdaderos campesinos no se les beneficia”.

No obstante, el precio de 4.50 por kilogramo lo califican de bueno, siempre y cuando el proceso que se pretende implementar regule el mercado e impida que sean los “coyotes” quienes al final sean los que ganen, pero también para que no tengan desventajas ante los grandes volúmenes de grano que ingresan al país sin control.

A unos días de que se inicie la etapa final de la cosecha, con el corte y trilla de las plantas, los campesinos tienen un panorama incierto para encontrar mercado dónde vender el frijol, ya que incluso aún les queda la mayor parte del pasado ciclo agrícola. Se muestran incrédulos ante la aplicación del nuevo procedimiento que se fundamentará en la compra a cuatro mil quinientos pesos la tonelada, sobre todo porque desconocen la forma en que pudieran ingresar a los beneficios.

Hay algunas parcelas en las que ya se inició el corte de la planta, adelantándose a las lluvias que se pronostica habrán de registrarse en los próximos días. Pero en la mayoría se esperarán hasta la próxima semana para hacerlo, y posteriormente aplicar la trilla.

DESALIENTO PARA SEMBRAR

“Cada año es más difícil no sembrar, porque eso lo sabemos desde niños, lo mismo que cultivar y al final cortar y trillar para obtener el grano. Pero es cuando ya tenemos la cosecha cuando empiezan los problemas, ya que por la entrada de frijol de otros países los precios se caen y nos dejan en la opción de malbaratar el grano, y sacar aunque sea para comer, o embodegarlo con el riesgo de que se eche a perder”, expresó Rafael X. Ramírez del ejido “El Llano del Pino”, del municipio de San Juan del Río, quien culpó a los Tratados de Libre Comercio firmados por México con otros países y la globalización de la economía que el frijol que se produce en la entidad no sea competitivo.

Manifestó duda de que el subsidio que se pretende aplicar al precio objetivo del frijol, con el nuevo esquema de comercialización diseñado por los gobiernos federal y estatal, vaya realmente a beneficiarles, aun cuando en su caso apenas tiene nueve hectáreas, con lo cual se supone que sí estará entre los 24 mil 275 productores a los que se les adquirirá la cosecha del ciclo agrícola primavera-verano, a un valor de cuatro mil quinientos pesos la tonelada.

Dijo que con el funcionamiento de las integradoras, los pequeños productores siguen a la espera de que se les ayude a vender la cosecha del año pasado, que la tienen almacenada y la usan para consumo en sus familias.

SI NO FUERA POR EL PROCAMPO, YA NO SEMBRARÍAN.

José Antonio Romero Varela, productor del poblado Lázaro Cárdenas, del municipio de Pánuco de Coronado, con una superficie cultivable de frijol de 3.5 hectáreas, señaló que de no ser por lo que se les paga del Procampo, ya no sembrarían, ante lo incierto que resulta comercializar el grano.

Desde su punto de vista, los 4.50 pesos que se dice habrá de pagarse por cada kilogramo de frijol, es bueno, siempre y cuando se lleve a la práctica, y sobre todo se reciba la cosecha sin las trabas de calidad del grano. Dijo que aún existe el riesgo, por las lluvias que en el proceso de corte espera a que seque la planta y el trillado, pueda mancharse la leguminosa, lo cual indudablemente pudiera ser un obstáculo para que con el nuevo esquema de comercialización se les pagara la cantidad que se ofrece.

La cosecha de este año se vislumbra como una de las mejores de los últimos diez, por lo que calculó que, en su caso, pudiera alcanzar una tonelada y media. Estimó que en caso de que se le pague a 4.50 pesos el kilogramo, apenas representaría salir tablas con lo que erogó para cubrir las diferentes etapas que requiere cultivar el frijol. Inclusive, para el corte, contrató a ocho peones para que le ayudaran. A cada uno le paga 100 pesos.

Enfatizó que de no contar con el apoyo del Procampo, ya no sembraría frijol y que, según afirmó, es lo que piensa la mayoría de los productores que tienen menos de diez hectáreas, y que es a los que precisamente está dirigido el nuevo esquema de comercialización, que proyecta comprar a 4.50 pesos el kilo y que en total será una cosecha superior a las 101 mil toneladas del grano.

No obstante, se mostró escéptico de que el subsidio les llegue, ya que aún tiene parte de la cosecha del año pasado, al decidir no venderla a dos pesos por kilo, y mejor aprovecharla para el consumo familiar y de otros amigos y familiares.

“ESPEREMOS QUE NO SEA OTRO PROGRAMA MÁS QUE NUNCA CONOCEMOS”.

También campesino de Pánuco de Coronado, con apenas dos hectáreas para cultivar frijol, Rogelio Zital manifestó más escepticismo sobre el nuevo procedimiento de comercialización que instrumentarán la delegación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y Desarrollo Rural del Estado, al señalar que ya en otras ocasiones se les ha informado que recibirán apoyos para vender el grano, como es el caso de las integradoras, pero en la práctica no ha sucedido.

Dijo que es incosteable sembrar una hectárea de frijol, ya que se gasta más de lo que se obtiene. Por ejemplo, calculó que en las dos hectáreas que tiene será menos de una tonelada lo que se coseche. Agregó que preparar la tierra, sembrar, cultivar, trillar y encostalar la leguminosa requiere alrededor de cinco mil pesos.

Coincidió en que solamente los recursos que reciben del Procampo es lo que motiva a seguir en la siembra de frijol, ya que de lo contrario no habría posibilidad de alcanzar ganancias.

Comparó a productores de otros países como Estados Unidos y Canadá, que reciben grandes apoyos económicos de sus respectivos gobiernos, mientras que en México son mínimos los subsidios, lo que se refleja en desventajas y que los alimentos que se producen localmente no tengan la competitividad en los mercados internacionales, a pesar de que en calidad son mejores.

CULTIVO

COSTO-UTILIDAD.

Según los productores de frijol en pequeño, cada vez es

menos rentable sembrar, lo cual reflejan con los siguientes costos

por hectárea.

ETAPA COSTO.

· Barbecho.- $ 350

· Rastreo.- 250

· Siembra.- 1000 (INCLUYE SEMILLA)

· Escarda.- 300

· “Asegunda”. 300

· Corte y trilla. 600.

Falta la mano de obra y renta de tractor y trilla.

FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.

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