10 octubre 2003
MEXICO, D.F., (SUN-AEE).- El ex presidente de Estados Unidos, William Clinton, advirtió que el gobierno mexicano no puede apostarle todo al comercio exterior, pues tiene que hacer reformas estructurales para atraer la inversión privada, pero tiene que entender que las reformas no pueden hacerse sin apoyo popular.
"Uno no puede forzar a la gente a que envíe dinero a México, no puede ni siquiera hacer que los mexicanos mantengan su dinero en México. Por lo tanto, yo apoyo en gran medida los esfuerzos para lograr reformas estructurales en este país, porque les va a ayudar a obtener más dinero desde afuera, para que entre aquí, y va a alentar a que los mexicanos tomen más riesgos dentro de su propio país", dijo el estadounidense.
Durante su conferencia magistral "Seguridad y prosperidad en el siglo XXI", que fue realizada en el hotel Sheraton, en el marco del seminario internacional "El Crecimiento Económico y la Globalización", Clinton aclaró que la aprobación de estas reformas podrá ser un trabajo difícil.
"Yo sé que estas reformas estructurales son muy difíciles para implantarlas, pero es muy importante porque quieren ustedes que la gente desee mantener su dinero en México, y otras personas quieren invertir aquí y realmente no representa mayor complejidad que eso, y lo que tengan que hacer para lograrlo, es en mi opinión, muy importante", puntualizó.
En su exposición, Clinton les recomendó a los senadores que es imprescindible tomar en cuenta el contraste social, a la hora de hacer estas reformas.
"Deben asegurarse de que al abrirse su economía para obtener capital, ese crecimiento se reparta a una porción suficiente de la población, para que pueda sentir beneficios". Y puso como ejemplo al ex presidente de México, Ernesto Zedillo, al haber sido uno de los políticos que abriera este país al comercio exterior.
"Me quito el sombrero porque lo respeto y lo honro. Ernesto Zedillo tomó otra postura y abrió el país, yo sentí que fue una postura audaz, histórica, y es bueno para ustedes, pero significa que ahora necesitan mayor apoyo popular, para cualquier cosa que quieran hacer", dijo. Y agregó: "No pueden tener simplemente un paquete de reformas, si no tienen un componente social y si no distribuyen los beneficios de manera tan amplia, para que todos los puedan sentir".
Comentó que es bueno que México siga abierto al comercio exterior, pero algo en lo que coincidió con su "amigo" Carlos Slim es que "su país no puede estar centrado demasiado en el comercio".
"Yo quiero que se vinculen más con América, quiero que hagamos más negocios y creo en el TLC, pero tiene que entenderse que en todas las economías del mundo reside su crecimiento dentro de sus propias fronteras", enfatizó.
Con buen humor, frente a cientos de invitados al seminario internacional, Clinton dio otro consejo a senadores y políticos mexicanos: "Mi consejo sería seguir la estrategia dual, por un lado ser atractivo para la inversión, tener más comercio, pero dedicarle más tiempo a ver qué cambios se pueden hacer en México, para acelerar el crecimiento. Confíen en mí. Si modernizan esa economía para generar crecimiento interno, van a volverse un país comercial más grande, porque van a producir más bienes, más servicios, más cosas que puedan vender".
Luego de su experiencia, el ex mandatario comentó que México debe centrarse en las reformas internas y en ver cómo pueden atraer más dinero a este país, "y ver en qué áreas los chinos no les pueden ganar, y hay muchas áreas en las que los chinos no les pueden ganar", dijo, mientras varios senadores reían.
El también impulsor de la Organización Mundial de Comercio (OMC) señaló que los países en vías de desarrollo, como México, deben tener una estrategia diferente a la de los países ricos, que de por sí ya tienen una obligación en el marco internacional, como Estados Unidos.
Comentó que las economías de México y Estados Unidos fueron seriamente dañadas por los atentados terroristas del pasado 11 de septiembre de 2001, pero también agregó que su país está de acuerdo con cooperar y salir adelante juntos.
"Si nos volvemos proteccionistas, ponemos barreras, y no ponemos de nuestra parte es imposible que esperemos que tenga éxito la globalización", concluyó.