TORREÓN, COAH.- Luego que no existen controversias entre las causas de la muerte de dos menores que fallecieron en el Hospital Infantil en meses anteriores y cuyos cuerpos fueron exhumados, ahora se investiga si hubo o no negligencia médica durante el tratamiento que se les dio cuando estuvieron internados, dijo Gerardo Antonio Pérez Pérez, titular de la Delegación Laguna I de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
Para ello se espera que el patólogo que realiza los estudios correspondientes en ambos cadáveres, tenga los resultados y de esta manera se podría determinar si hubo o no falta de cuidado en el tratamiento de los infantes Jaime Benito Batres Vázquez y Bryan Eduardo Rodríguez Castillo.
El primero de los casos está en la mesa uno, Coordinación B, de la Agencia del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal a cargo de Liliana López de la Cruz y el otro en la mesa dos, cuyo titular es Fernando Ruiz Castañeda.
Jaime Benito Batres Vázquez
Fue exhumado el 20 de agosto del presente año, para que médicos legistas de la PGJE realizaran la necropsia y verificar si murió a consecuencia de una posible negligencia médica cometida en el Hospital Infantil. Los resultados señalan que el menor falleció a consecuencia de una sepsis o choque séptico.
Éricka Vázquez Barajas y Marcos Batres, con domicilio en calle Xoco No. 462 de la colonia Valle Oriente, padres de Jaime Benito, que dejó de existir a los 21 días de nacido, interpusieron su denuncia luego que presumen que los médicos incurrieron en posibles deficiencias durante el tratamiento de su hijo.
El pequeño ingresó al Hospital Infantil el 19 de julio del presente año y para el uno de agosto les dieron la mala noticia que había muerto.
Bryan Eduardo Rodríguez Castillo
De un año y once meses de vida, el cuerpo de Bryan Eduardo fue exhumado el 12 de septiembre de este año, por personal de Medicina Legista de la PGJE. La madre del pequeño sospecha de una negligencia médica y además que le ?robaron? los ojos a su hijo.
Olga Lidia Rodríguez Castillo, de 21 años, domiciliada en calle Enriqueta Ochoa No. 56 de la colonia Plan de San Luis, solicitó atención médica en la sala de Urgencias del Hospital Infantil para su hijo Bryan Eduardo.
Durante los siguientes días el infante permaneció con suero y nadie le dijo nada a la angustiada madre sobre la evolución de su salud y el lunes ocho de septiembre, un ?doctor Luna? le preguntó que si estuviera dispuesta a donar los órganos de su hijo.
Horas más tarde, el mismo facultativo le anunció que el pequeño había muerto, pero sospechó de ciertas anomalías cuando le entregaron el cuerpo de su hijo con los ojos vendados.
Al respecto, el delegado de la PGJE en esta ciudad, aseveró que al cuerpo de Bryan Eduardo no se le encontró indicio alguno de herida quirúrgica y mucho menos le faltaban órganos, toda vez que ambos globos oculares los tenía íntegros.
Para concluir, Gerardo Antonio Pérez Pérez dijo que sólo se espera corroborar si la muerte del niño se debió a la enfermedad por la que había ingresado al hospital o bien a causa de una ?mala praxis?.