El volumen incluye trabajos de autores de Hidalgo, México,Puebla y Morelos, entre otros
MÉXICO.- DF.- El poeta es un viajero, un trashumante hacedor de palabras, que lo mismo construye un paisaje que distintas rutas hacia una búsqueda interior, afirma Thelma Nava. Todos los poetas, dice, tienen esta cualidad pero los jóvenes poetas, ellos sí que la viven y la sufren profundamente.
La actual generación de jóvenes poetas mexicanos, nacida en la década de los años setenta, es definida por la autora como valiosa ya que la mayoría de estos escritores tiene un camino recorrido: “Han ganado premios, estudiado bajo la guía de importantes maestros y se han desarrollado en el extranjero; pero su mayor virtud es que han luchado para conseguir el apoyo de las instituciones”.
A propósito de la publicación Espiral de los Latidos, primer título de la serie Fragua de voces, editada por el Fondo Regional para la Cultura y las Artes, Zona Centro, Thelma Nava comenta que los treinta poetas -catorce mujeres y dieciséis hombres- que ahí participan, representan un “inusitado caleidoscopio” que permite conocer, en su conjunto, la poesía escrita en esta región del país, conformada por el Estado de México, Hidalgo, Morelos, Oaxaca, Puebla, Tlaxcala y el Distrito Federal.
Quienes aparecen en la publicación pertenecen precisamente a la generación de autores nacidos en los años setenta. Fueron seleccionados por los titulares de los institutos y consejos estatales de cultura de los estados de la Zona Centro y la mayoría han sido publicados en revistas como Tierra Adentro y Ventana Interior, entre otras.
El mundo, desde las ciudades del altiplano o las montañas, el recuerdo y la evocación del mar, el amor, los amigos y la introspección sobre la vida cotidiana, son algunos de los temas desarrollados por estos jóvenes cuyas voces e influencias literarias reflejan todos los mundos posibles.
“Se trata de una poesía muy sólida. Existe una gran búsqueda por parte de todos los poetas y en la lectura de sus trabajos es posible intuir cuáles son sus preocupaciones, sus lecturas e influencias. Por ejemplo hay algunos textos en los que se aprecia la presencia emocional de T.S. Eliot y John Perse. Es una generación muy preparada, en particular la de esta zona. Esa es la gran riqueza que tiene este libro, el cual merece ser estudiado con detenimiento”.
En opinión de la poeta, Espiral de los Latidos, es una obra importante ya que ofrece una perspectiva sobre el trabajo de los poetas pertenecientes a la región. En esta muestra, añadió, sí aparecen varios de los autores que fueron omitidos en la antología El manantial latente, coordinada por Hernán Bravo y Ernesto Lumbreras, y publicada por el Fondo Editorial Tierra Adentro.
“La polémica que existe con dicha publicación es que sólo mencionan a los autores al final, esto resulta lamentable pues indica que no leyeron sus textos cuidadosamente”.
Para Thelma Nava, cada uno de los poetas es un mundo construido o por construirse; son creadores, dice, en constante movimiento “ya que no sólo se preocupan por manifestar una rica y comprometida poesía, sino por estar al tanto de los movimientos nacionales así como de las vanguardias”.
Mientras la autora de Colibrí 50, Paisajes Interiores y El Primer Animal, fuma un cigarrillo, sonríe y considera que todos los poetas incluidos en este libro tienen un nivel de creación admirable. Destaca a Kenia Cano, Jair Cortés, Alma Karla Sandoval, Blanca Álvarez Caballero, Celene García Ávila y Abraham Chinchillas, entre otros.
Con la publicación de este libro, Thelma Nava celebra que los jóvenes creadores, hoy en día, tienen mejores vías para desarrollarse; sin embargo, resalta finalmente que la generosidad debe ser una de las virtudes del poeta, sobre todo entre quienes desean iniciarse en dicha faceta de la escritura.