Agencias
TORREÓN, COAH.- Casarse en esta película no está en griego... está para morirse de la risa. La película independiente que se ha convertido en todo un fenómeno de taquilla a nivel mundial llega hoy a las salas de cine de la Comarca Lagunera.
Todos los miembros de la familia Portokalos están preocupados por Toula. A sus treinta años sigue soltera y trabaja en el restaurante griego de sus padres, es así como empieza la historia...
Érase una vez una comediante de origen griego nacida en Canadá, que en una mañana de sol, con pajaritos en los árboles y demás, comenzó a revisar su vida: observó a las personas que la rodeaban y se dio cuenta de que la gente a quien estaba acostumbrada a ver todos los días, era la mejor fuente de inspiración para una rutina cómica, sin saber que el número se convertiría en el más exitoso de su incipiente carrera.
Es así como nació el personaje de Toula Portokalos, una mujer que pasados los 30 años supone lejana la posibilidad de hallar marido, más aún viéndose rodeada siempre de sus familiares y trabajando como mesera en el restaurante de su padre, el cual, como buen tradicionalista, espera que su hija se case con un hombre de su propia comunidad o que por lo menos sea griego.
Pero el corazón de Toula hace caso omiso de las advertencias y queda impresionado por un apuesto profesor de inglés (John Corbett), que a pesar de su radiante melena, no hay un pelo de griego en su árbol genealógico; sin embargo, involuntariamente, la ayuda a percibir que su apariencia descuidada y la desidia son causa de su soledad.
Toula cambia de aires y después de tomar clases de computación en la universidad y dedicar más tiempo a su arreglo personal, cambia de empleo para manejar una agencia de viajes propiedad de su tía, en donde azarosamente vuelve a encontrarse con aquél maravilloso hombre, quien se declara cansado del estereotipo de las mujeres perfectas que acostumbra.
Ese hartazgo es una de las claves de la cinta, pues Ian busca en Toula una belleza nueva, fresca, algo que no haya probado antes. Y aunque podría confundirse con una comedia romántica habitual, esta es una historia mucho más completa, llena de originalidad como su protagonista.
Si bien el principio de la relación es algo común, las peculiaridades se dan al llegar a un plano más serio, cuando Toula decide soltar bomba y mostrar a la familia su novio americano, el cual, para su propia desgracia es vegetariano, uno de los pecados capitales para esta familia acostumbrada a ver en la carne su más preciado manjar... y ni qué decir de sus ausentes creencias religiosas que desatan un escándalo entre los Portokalos.
Esta familia numerosa y folclórica es la fuente de toda la diversión, los padres, tíos, primos y hermanos de Toula, entre los cuales se encuentra el que interpreta Joey Fatone, de N’sync, nos dan a conocer de una manera hilarante las costumbres de este país mediterráneo, las cuales a raíz del éxito que persigue a esta película, se ha pensado que pueden ser aún más explotables.
Incluso se han vendido los derechos de la película para convertirla en una serie de televisión en donde se buscará mantener a más de 80% del elenco que aparece en la pantalla grande.
Se espera que su éxito en la taquilla estadounidense, en donde multiplicó más de 45 veces su presupuesto original de 5 millones de dólares, trascienda las fronteras y se refleje proporcionalmente en nuestro país, situación que la embajada de Grecia piensa aprovechar para lanzar una campaña publicitaria que promueva a esta nación como un atractivo destino turístico lleno de hermosas tradiciones, como la simpática familia de Toula Portokalos.