Reuters
CRAWFORD, EU.- El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, advirtió ayer al líder iraquí, Saddam Hussein, que “está llegando su día de arreglo de cuentas”.
Mientras, aviones de guerra occidentales lanzaron panfletos sobre varias zonas de Iraq para instar a los iraquíes a sintonizar las transmisiones en árabe de la radio militar estadounidense.
Bush dijo a los periodistas en su rancho en Crawford, en el estado de Texas, que había pocas evidencias de que Hussein se desarmará pacíficamente.
“Por 11 largos años el mundo ha lidiado con él, y ahora debe entender que su día de arreglo de cuentas está llegando y por lo tanto debe desarmarse voluntariamente. Ojalá que comprenda de que somos serios”, explicó.
Bush habló en momentos en que 11.000 soldados norteamericanos se preparaban para dirigirse al Golfo Pérsico en el marco de los preparativos de Estados Unidos para una posible invasión a Iraq, a fin de forzar al país árabe a poner fin a sus presuntos programas de armas nucleares, biológicas y químicas.
El mandatario estadounidense expresó que tenía esperanzas en hallar una solución pacífica, pero agregó que Hussein es quien tiene que elegir la opción.
“El es un hombre al que le gustan apostar y desentenderse (...) Los primeros indicios de que se desarmará voluntariamente no son muy positivos”, agregó.
Aviones estadounidenses y británicos arrojaron ayer casi medio millón de volantes sobre ciudades en las zonas de “exclusión de vuelos” en el norte y sur de Iraq, instando a los soldados y civiles iraquíes a que escuchen las transmisiones de radio en árabe de las fuerzas armadas norteamericanas, dijo el ejército de Estados Unidos.
Los volantes, que se dejaron caer sobre las ciudades de Basora y Nasiriyah, entre otras, informan sobre las frecuencias en que se hacen las transmisiones.
También informan sobre la resolución 1441 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y los resultados del trabajo de los inspectores de armas de la ONU, según un comunicado del Comando Central del Ejército de Estados Unidos, con sede en Tampa.
Se trata de la duodécima vez en los últimos tres meses que se arrojan volantes en forma masiva sobre Iraq, incluyendo varias advertencias a los oficiales del ejército iraquí para que dejen de apuntar sus armas antiaéreas a los aviones estadounidenses y británicos.
Bush afirmó que no ha tomado una decisión sobre un ataque contra Iraq, al que el Consejo de seguridad de las Naciones Unidas ordenó en noviembre desarmarse o enfrentar severas consecuencias.
“El petróleo guía a EU”
Por su parte, el viceprimer ministro iraquí, Tareq Aziz, acusó a Washington de planear una invasión a su país sin importar cuál sea el resultado de la inspecciones de armas, como parte de un plan para controlar las reservas de petróleo de la región.
“Cuando siguen con sus preparativos para la guerra de agresión, ¿qué significa eso? No significa que temen una amenaza iraquí imaginaria. Significa que tienen un plan imperialista”, dijo Aziz a delegaciones europeas de solidaridad en Bagdad.
“Ese plan es invadir a Iraq, ocuparlo y usar los recursos nacionales para los propósitos de el régimen capitalista estadounidense”, dijo Aziz.
“Cuando Estados Unidos se haga más fuerte económicamente, cuando Estados Unidos tome todo el petróleo de la región y lo ponga en sus manos, presionará política y económicamente a cada país que necesite crudo”, agregó.
Según analistas, la posibilidad de una guerra contra Iraq podría aumentar también el precio del oro.
Sigue labor de los inspectores
Expertos en armamento de la ONU visitaron varios sitios sospechosos de almacenar armas prohibidas, entre ellos una imprenta en Bagdad, un sitio de misiles y una base de la fuerza aérea en Taji, al norte de la capital iraquí, y una planta de plomo al sur de la capital, dijeron las autoridades iraquíes.
Aziz afirmó que las inspecciones estaban marchando bien y que los expertos no habían encontrado ni encontrarían ningún arma de exterminio masivo.
El jefe de los inspectores de la ONU, Hans Blix, probablemente visitará Bagdad entre el 18 y el 20 de enero, antes de reportar sobre las inspecciones el 27 de enero al Consejo de Seguridad de la ONU, dijeron el miércoles en Nueva York fuentes de ese organismo internacional.
En Teherán, el diario Entekhab reportó que el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Joschka Fischer, había dicho a su homólogo iraní, Kamal Kharrazi, que Washington y Moscú estaban analizando un plan para persuadir a Hussein de dejar el poder y asilarse en Moscú.
El Ministerio de Relaciones Exteriores alemán informó que los dos funcionarios sostuvieron conversaciones por teléfono, pero negó que Fischer hubiera dicho que Washington estaba tratando de derribar a Saddam sin ir a una guerra.
“Según reportes existentes, Iraq será gobernado en el futuro por un estado federal y el partido Ba’ath no será sacado completamente del poder”, dijo el diario.
“La composición del futuro gobierno en Bagdad será influida por decisiones tomadas el mes pasado en la reunión de la oposición iraquí en Londres”, agregó la publicación.
Sin embargo, Aziz restó importancia a la oposición iraquí en el exilio y dijo que los intentos estadounidenses de imponerla como gobernante de Iraq eran “risibles”.
“En la historia moderna no ha sucedido que los cambios de Iraq ocurran desde Londres o Washington. Los cambios solían ocurrir aquí en Bagdad por fuerzas presentes dentro de Bagdad”, señaló.
“El pueblo iraquí no aceptará (...) agentes que vengan sobre un tanque de guerra a gobernar a Iraq”.
Un grupo de personalidades de varios países árabes dijeron que estaban apelando por escrito al mundo árabe para que ejerciera presión sobre Hussein y sus colaboradores para una retirada de sus funciones.
“La renuncia inmediata de Saddam (Hussein), cuyo gobierno de tres décadas ha sido una pesadilla para Iraq y el mundo árabe, es la única forma de evitar más violencia”, se lee en la apelación.