04 julio 2003
QUETTA, Pakistán, jul 4 (Reuters) - Un ataque suicida com bomba en una repleta mezquita musulmana chiíta dejó el viernes al menos 44 muertos y unos 65 heridos en la ciudad paquistaní de Quetta, dijo el principal servicio privado de emergencia del país.
Al describir el peor ataque de este tipo en los últimos años en Pakistán, testigos dijeron que vieron a hombres armados disparar contra los fieles reunidos antes de que al menos uno de los atacantes se hiciera volar con una bomba, en la mezquita principal en el centro de la ciudad.
"Según la información que tenemos, 44 personas murieron y 65 fueron heridas", dijo Ali Murad de la Fundación Edhi Welfare.
Previamente, funcionarios estimaron la cifra de muertos en al menos 32 y el ministro de Información, Rashid Ahmed, señaló que las víctimas fatales eran 32, aunque la cifra podría subir. A su vez, el clérigo Mehdi Najafi, quien estaba dirigiendo las oraciones cuando se produjo el ataque, dijo que había 40 muertos y 52 heridos.
"Vi cuerpos volar en pedazos", dijo Khan Ali, de 60 años, quien estaba orando en la mezquita y resultó levemente herido, al relatar el ataque que desató protestas entre los musulmanes chiítas de la ciudad.
Ningún grupo se atribuyó la responsabilidad del atentado, pero funcionarios dijeron que parecía ser otro episodio de la rivalidad entre grupos musulmanes, entre la minoría chiíta y la mayoría sunita.
El presidente paquistaní, Pervez Musharraf, de visita en París, condenó la violencia y prometió castigar a los culpables. El atentado puso en situación embarazosa al líder militar, un aliado clave de Washington en la "guerra contra el terrorismo", quien utilizaba sus visitas a Europa y Estados Unidos para calmar el temor de los inversionistas sobre la seguridad en Pakistán, tras una ola de ataques contra blancos occidentales y cristianos atribuidos a militantes islámicos.
Los testigos dieron versiones dispares del suceso. Mahmood Hussain, quien también se encontraba en la mezquita, dijo que dos hombres barbudos dispararon contra los fieles mientras un tercero se voló en pedazos.
Otro testigo recordó haber visto dos atacantes suicidas entrar en la mezquita antes de detonar los explosivos, mientras que el ministro de Información dijo que había tres atacantes, de los cuales dos murieron instantáneamente mientras que el tercero falleció a causa de sus heridas.
Centenares de personas han muerto por la violencia sectaria entre sunitas y chiítas en los últimos años en Pakistán. La violencia ha empeorado esta año tras un relativamente tranquilo 2002.
Una multitud enfurecida de chiítas de la tribu Hazara, algunos de ellos armados y disparando al aire, salió a las calles y se aglomeró afuera del hospital de Quetta donde fueron trasladados los muertos y heridos.
También incendiaron vehículos y las fuerzas gubernamentales tuvieron que intervenir para controlar la situación. La multitud comenzó a dispersarse después de que las tropas paramilitares usaron altavoces para anunciar un toque de queda.
El presidente Musharraf, quien ha arrestado a centenares de militantes islámicos desde que se puso al lado de Estados Unidos en la "guerra con el terrorismo" en el 2001, prometió responder con firmeza.
"Tenemos que actuar de forma muy enérgica contra ellos", declaró a la prensa. "Como he dicho siempre, es desafortunado que algunos elementos en Pakistán estén socavando lo que Pakistán defiende. Es desafortunado que esa pequeña minoría sea capaz de descarrilar o socavar los sentimientos nacionales".
"Si estos incidentes no son frenados, el terrorismo golpear a todo el país", dijo Sajid Ali Naqvi, jefe del principal grupo chiíta paquistaní, un opositor a Musharraf, al calificar al incidente como "terrorismo" organizado con el conocimiento del gobierno.
En febrero, en el sureño puerto de Karachi, nueve chiítas fueron asesinados en las afueras de una mezquita por hombres armados montados en motocicletas. Dos días después, dos chiítas fueron matados a balazos.
Hace menos de un mes, 11 policías murieron y nueve resultaron heridos cuando hombres armados abrieron fuego contra el vehículo en que viajaban, en Quetta.
La policía calificó el incidente como ataque sectario, porque todos los hombres pertenecían a la tribu Hazara, que es chiíta.