19 de diciembre de 2003
Buenos Aires, (Notimex).- La designación de un marino uruguayo acusado de violaciones de derechos humanos para ocupar un cargo diplomático en Argentina, desató el que podría ser el mayor conflicto en la historia de las relaciones de ambos países.
La prensa local aseguró que el incidente es de tal magnitud que el presidente argentino Néstor Kirchner evalúa la posibilidad de retirar a su embajador en Montevideo.
El diario La Nación explicó que la resolución se dio después de que el gobierno uruguayo designó al capitán de navío Juan Craigdallie como agregado naval adjunto y delegado en la embajada de su país en Buenos Aires.
El canciller argentino Rafael Bielsa citó la víspera con carácter de urgente al embajador uruguayo César Volonté Berro para expresarle el "profundo disgusto" del gobierno argentino por el nombramiento de Craigdallie.
El nombramiento de este funcionario fue considerado como una provocación porque está acusado de haber sido un "torturador salvaje" y responsable de la muerte de dos ciudadanos argentinos durante la dictadura militar en su país.
El presidente uruguayo Jorge Batlle hizo esta designación sólo tres días después de que Kirchner se reuniera en Montevideo con familiares de desaparecidos durante la dictadura y ratificara su interés en la defensa de los derechos humanos.
"El gobierno argentino espera que esta designación sea dejada sin efecto y no se solicite la correspondiente acreditación", señaló la Cancillería en un comunicado que emitió por la madrugada.
Las relaciones bilaterales atraviesan su peor momento en años, luego de que en noviembre Kirchner cancelara una visita a Uruguay, después de que Batlle resolviera archivar una denuncia por la desaparición, en 1976, de la nuera del poeta Juan Gelman.
Según las fuentes, ambos mandatarios han hecho lo posible por evitarse en las cumbres regionales en las que han participado.
A la designación de Craigdallie se sumaron declaraciones de funcionarios uruguayos que Argentina consideró "agravantes".
Carlos Ramela, asesor del presidente Batlle en las investigaciones por casos de desaparecidos en Uruguay, afirmó esta semana que Kirchner no ha tenido una actitud feliz en materia de derechos humanos.
"Algunos gobernantes no comprenden que ejercen la primera magistratura del país, que tiene una tradición importante y no es un club o un partido político, ni siquiera actuando como agitadores o simpatizantes de guerrilla como fueron en su pasado", dijo.
El pronunciamiento de Ramela se produjo luego que Kirchner se reunió el lunes pasado con el candidato presidencial opositor, Tabaré Vázquez durante una cumbre del Mercosur que se realizó en Montevideo, pero rechazó encontrarse con Batlle.
Esta crisis amenaza superar la que se desató entre ambos países el año pasado, cuando Batlle declaró que todos los argentinos, "del primero al último", eran ladrones.
En esa ocasión, el incidente se resolvió con una serie de disculpas públicas del mandatario uruguayo.